
La Comisión Europea ha decidido suavizar su proyecto de gran reforma del mercado mayorista de electricidad. El Ejecutivo comunitario, al igual que los operadores de mercado, consideran que se necesita tiempo para poder abordar una modificación de estas características y por ese motivo plantearán una serie de medidas menos ambiciosas pero de aplicación más rápida.
Según ha explicado Catharina Sikow-Magny, directora de Transición Ecológica en la Comisión Europea en el Senado francés, la propuesta tratará de garantizar unos "ingresos predecibles y estables" para los productores de energías renovables y nucleares mediante el desarrollo de contratos OTC -fuera de mercado- o contratos por diferencia (CFD).
En segundo lugar, la propuesta se tratará de fomentar "más medios de flexibilidad, como las desconexiones y el almacenamiento" y una mejor protección del consumidor, con "más contratos a precio fijo, más posibilidades de invertir en energías renovables y de participar activamente en el mercado" a través del autoconsumo o la desconexión de la carga, por ejemplo.
Bruselas se plantea crear un consumo mínimo garantizado a un precio asequible que podría servir como límite de los sistemas de protección de modo que se siga manteniendo un sistema para incentivar el ahorro energético.
Propuesta en diciembre
La Comisión Europea presentará previsiblemente a mediados de este mes de diciembre un documento para consulta pública con su propuesta definitiva que está prevista en el calendario de trabajo para el primer trimestre del próximo años.
Bruselas ya advierte que, dado el calendario, probablemente no tendrá tiempo de realizar una evaluación de impacto completa de la reforma. Entre los puntos clave, la UE quiere desvincular lo más posible las facturas de los precios de las tecnologías marginales. Para ello, abordará la retribución de las renovables y otras tecnologías marginales, como la nuclear, que son competitivos y más baratos que el gas.
Esta remuneración estará basada en sus costes reales de producción. También permitirá reducir la volatilidad de los precios, mejorar la liquidez del mercado y los incentivos a la inversión, al tiempo que debe convertirse en una herramienta para garantizar que el comercio entre los Estados se beneficie y "mejore el control y la vigilancia del mercado para hacerlo más transparente.
Varios grados de profundidad
Según un reciente documento de ACER, el organismo regulador, ha fijado varios grados de profundidad en la reforma que se plantea y que va desde cambios en los mercados a corto plazo, incluye propuestas de respuesta a la demanda, de integración de balance, precios de escasez y señales de precio local.
Se analizará también un posible cambio del método de fijación de precios con tres planteamientos sobre la mesa: pay as bid, tope de precios y tope de ofertas.
El organismo regulador plantea también la creación de un mecanismo que sirva de seguro para los consumidores de modo que se pueda controlar en mayor medida la creciente volatilidad que se ha registrado en el mercado.