
Santa María de Garoña (Burgos).- La empresa propietaria de la central nuclear de Garoña, Nuclenor, considera que la parada no programada que ha sufrido la instalación anoche, poco después de las 23,00 horas, no debe influir en la decisión sobre la prórroga de explotación que han solicitado.
El responsable de relaciones externas de Nuclenor, Antonio Cornadó, ha considerado en declaraciones a Efe que la parada se ha producido por una cuestión "menor" y ha insistido en que en ningún momento ha habido riesgo.
De hecho, para Cornadó, el disparo de la instalación es una muestra de que los sistemas de seguridad funcionan correctamente.
Tras explicar que la empresa aprovechará la parada de la instalación para realizar algunas tareas de mantenimiento complementarias en zonas de la central que no son accesibles durante la operación ordinaria, Cornadó a estimado que Garoña volverá a engancharse a la red eléctrica a lo largo de este mismo fin de semana.
Por su parte, el portavoz de Greenpeace para temas nucleares, Carlos Bravo, ha destacado a Efe que la central nuclear de Santa María de Garoña ha sufrido una parada no programada menos de un mes después de finalizar una parada para la recarga de combustible y ha recordado que es el tercer incidente que se produce en la instalación en sólo un mes.
El fallo de la instalación, que se produjo ayer a las 23.13 horas ocurre en un momento especialmente delicado, dado que el Consejo de Seguridad Nuclear ha anunciado que se pronunciará antes del 5 de junio sobre la petición de prórroga de la vida útil de la instalación nuclear.
Si el informe resulta negativo, Garoña terminará su permiso para operar en julio de este año, mientras con un informe positivo la decisión última quedaría en manos del Consejo de Ministros.
Carlos Bravo, que ha insistido en que Garoña es una instalación "obsoleta", ha opinado que el Consejo de Ministros debe decidir iniciar el proceso de cierre de la instalación nuclear "independientemente del sentido del informe que elabore el Consejo de Seguridad Nuclear".
La parada de la turbina-generador de Garoña fue debida, según Nuclenor, a la actuación anómala de la instrumentación que vigila el cojinete de empuje de la turbina.
Este hecho ocasionó la parada del grupo turboalternador y, en consecuencia, la parada automática del reactor de la central.
En un comunicado difundido esta mañana, la empresa propietaria de Garoña indica que "todos los sistemas de la planta funcionaron correctamente, sin que se produjera ninguna incidencia radiológica ni para el personal ni para el medioambiente".