
Ana Paula Marques es consejera delegada de EDP España desde marzo de 2022. La directiva se ha convertido en la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de la compañía. Graduada en Economía por la Facultad de Economía do Porto y con un MBA en el INSEAD en Francia y Singapur, inició su carrera en Marketing en Procter & Gamble. Antes de entrar a formar parte del Grupo EDP fue directora ejecutiva y vicepresidenta de NOS y presidenta de Apritel.
Marques concede su primera entrevista desde su llegada a EDP España aprovechando el curso que organiza en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre Respuestas a los retos globales. Más allá de la neutralidad carbónica.
La Comisión Europea ha presentado el paquete de ahorro de energía, ¿cómo va a afrontar este invierno la Península Ibérica?
La reducción de demanda va a ser muy importante en el contexto del plan RepowerEU. Habrá que ver las mejores prácticas y concienciar a la población y a las empresas de lo que va a pasar y cuáles van a ser los criterios para proteger a los clientes. Es muy importante que todos trabajemos juntos -empresas, Gobierno y científicos- para tener medidas concretas con las que pasar por este reto. Si vemos los datos de dependencia de gas ruso, en España había un 9% y en Portugal un 15%, mientras la media europea es del 60%. El hecho de que tengamos un clima más templado, acceso al gas natural licuado y la apuesta por renovables nos han permitido tener un situación más fácil que la de otros países europeos.
¿Supondrá esta situación un mayor riesgo de intervención política?
Es un momento particularmente importante en el que hay que mantener la disciplina política. No podemos perder de vista los objetivos de largo plazo. Europa tenía como objetivo reducir la dependencia de gas ruso y lo vamos a hacer de una manera más rápida, pero es importante seguir apostando por la energía con un coste más bajo y eso son renovables. Hay que acelerar la tramitación de los permisos y contar con medidas de contingencia temporales que den seguridad regulatoria, porque si no se da esa seguridad, no se logrará la inversión necesaria. Las compañías globales, como EDP, operan en un contexto global. Estamos en 28 países en cuatro continentes. Queremos invertir en Europa y en España, pero para eso es importante tener una seguridad jurídica que permita tener visibilidad para las inversiones. Las medidas de corto plazo no pueden apartarnos de los objetivos de largo plazo y si no están bien hechas, pueden afectar a las inversiones.
Llevamos un mes de excepción ibérica, ¿cómo la valora?
Nosotros no veíamos como algo bueno una intervención específica porque no consideramos a la Península Ibérica como una isla energética. Queríamos una intervención global en el mercado europeo. No ha sido posible hacerlo en un tiempo que les valiera a los Gobiernos de España y Portugal. Defendíamos cambiar el sistema de indexación de los clientes regulados. Nos parecía una mejor medida que hacer una intervención porque los efectos son impredecibles al hacerlo en tan poco tiempo. Nos parece fundamental trabajar en un modelo distinto para los clientes regulados en un periodo corto de tiempo porque si no no sabemos cómo va a evolucionar. El coste de esta medida hubiese sido preferible que fuera a los clientes o la industria que lo necesita, pero nosotros hemos sido muy claros con los gobiernos y con nuestras medidas alternativas.
"En nuestra opinión es importante que haya una evolución del mercado mayorista pero no una revolución"
¿La coexistencia de la reforma del PVPC con la excepción ibérica es posible?
Nosotros defendíamos que la excepción se eliminara mucho antes que en el plazo de doce meses, pero seremos un agente activo proponiendo cómo se puede hacer este cambio.
¿Cree que hemos pasado lo peor de la situación de precios?
Me gustaría tener una bola de cristal y decir que ya ha pasado. Pienso que nadie sabe lo que va a pasar. En EDP queremos apoyar la toma de decisiones para que se adopten de manera informada y con todos los agentes. Muchas veces hay la tentación de primero decidimos y luego vamos a ver lo que piensa el sector. Tenemos que ser socios y no antagonistas porque con la crisis que enfrentamos, debemos trabajar todos en la misma dirección.
El Gobierno ha anunciado ya más impuestos para las eléctricas este mes de septiembre, ¿cómo lo ve?
Lo veo con mucha preocupación desde una empresa que está fuertemente comprometida con España. En este momento, más que nunca, tenemos que acelerar la transición energética y solo podemos hacerlo con más inversión en renovables. Nuestro plan de negocios tiene una inversión de 24.000 millones hasta 2025. De esa inversión, el 80% son renovables, el 15% redes y el 5% nuevas tecnologías. Para alcanzarlo, cuando estás en 28 países, tienes que pensar dónde vas a colocar tus inversiones. Nuestro compromiso con España es grande y queremos continuar invirtiendo en Europa y en España, pero si no tienes una seguridad regulatoria y jurídica cuando haces un análisis racional de dónde vas a invertir, si no tienes esta estabilidad, no vas a invertir tanto. Pienso que el sector eléctrico tiene que ser parte de la solución. Tenemos que trabajar todos juntos para acelerar y no desacelerar. Desde EDP lo vemos con mucha preocupación y, por tanto, no nos parece que el camino sea aumentar la tributación en un sector que tiene que acelerar las inversiones. Dejo un apunte final, si miramos los resultados de las eléctricas en este primer trimestre es clarísimo que no son las compañías eléctricas las que están ganando con este movimiento. Queremos continuar con las inversiones en España pero si vamos a tener una carga fiscal excesiva, no previsible y que ahora no conocemos, es imposible que no vaya a afectar a los planes de inversión a no ser que fuéramos malos gestores.
"Tener indexado al cliente regulado al mercado spot lo expone a una mayor volatilidad"
¿Cómo les afecta al sector energético la crisis de Ucrania?
Estamos en la crisis de las tres C: el clima -con los objetivos que ya teníamos para 2050- después hemos pasado por el Covid que ha supuesto un presión de precios y de la cadena de suministros y, por último, el conflicto de Ucrania, que ha añadido un ingrediente adicional a estos retos que ya eran muy grandes.
El reto que tenemos ahora es que hay que adoptar medidas a corto plazo que pueden no estar bien pensadas y generar efectos imprevisibles por haberse hecho con rapidez y sin tener en cuenta todos los impactos. Además, la mayor presencia en el debate público requiere también de una mejor información porque cuando vemos los precios disparados suelen aparecer las eléctricas pero la base de la subida está en los precios del gas.
¿Los cambios en la taxonomía van a suponer alguna modificación en los planes de inversión de EDP?
Estamos convencidos del camino que vamos a hacer para ser 100% verdes en 2030. Hoy ya el 75% de nuestra energía es de origen verde y no vamos a alterar nuestros planes de inversión. Vemos lo que está ocurriendo como algo coyuntural pero nuestros compromisos son los mismos. Nuestra posición sobre la taxonomía ha sido muy clara y la de los gobiernos también. Incluir el gas y la nuclear en la misma categoría no lo vemos bien. Nuestra posición es que podría haber categorías intermedias para no clasificarlos de la misma forma.
¿Hay necesidad de reformar el mercado mayorista en Europa para contener el recibo de la luz?
En momentos de gran inestabilidad tener un sistema que pueda amortiguar la situación coyuntural es importante. En España, el PVPC tiene a los clientes regulados indexados al mercado spot y los expone a esta inestabilidad, pero si los tuviéramos en el forward, este impacto se reduciría. El Gobierno y la CNMC tienen que mirarlo, pero desde nuestra visión sería muy positivo cambiar ese modelo a corto plazo.
En relación al mercado mayorista, pensemos en cuánto tiempo ha tardado en desarrollarse. Es algo complejo. La reflexión tiene que ser estructurada y profunda para no hacer movimientos sin ver las implicaciones que provocan y con la contribución de todos los agentes.
En segundo lugar, el mercado está en condiciones distintas de cuando se diseñó. En nuestra opinión es importante que haya una evolución, pero no una revolución.
Y en tercer lugar, hay puntos que ya se ve que se puede empezar a hablar si queremos más estabilidad en los precios y más renovables.
"Tenemos que ser socios del Gobierno y no antagonistas. Con la crisis tenemos que trabajar juntos"
¿Cómo va a ser la distribución de PPA de largo plazo que el actual modelo no captura? ¿Cómo vamos a encarar los mercados de capacidad que tienen que ser vistos desde un punto de vista de seguridad?
El informe que elaboró ACER ya contempla la posibilidad de hacer algunos ajustes, pero no lo vemos como una revolución de pasar de un mercado mayorista a algo completamente distinto, sino que tenemos que discutir estos potenciales ajustes.
El año que viene se revisará el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, ¿qué retos hay?
Veo muy importante lo que vamos a hacer en España el año que viene. Cuando miramos el objetivo a 2050 de renovables en el mix aumenta mucho, pero también el porcentaje de electrificación tiene que aumentar. Este camino permite un doble objetivo: reducir emisiones y garantizar autonomía energética. Es algo que apoyamos desde EDP. Estamos anticipando este reto. En el PNIEC se debe tener en cuenta la contribución del hidrógeno renovable porque es una vía de electrificación indirecta que garantiza que todo lo que no pueda ser electrificado se haga por otras vías.
Dependerá del tiempo que se mantenga el conflicto. La prioridad que deberíamos tener es acelerar las renovables. Veíamos que si aceleramos el desarrollo de eólica, solar y offshore se podría hacer sin instalar capacidad adicional de carbón, nuclear o gas, pero eso implica que no se ahorren esfuerzos para ahorrar tiempos en la tramitación de permisos. Dentro de Repower EU se ha hecho y se está discutiendo cómo ser más asertivo en los tiempos y cómo se vaya a trasponer en cada geografía será muy importante. A veces hay fuerzas que dicen que no nos gusta la eólica por algo visual pero cuando ponemos en la balanza los retos ambientales hay que unir esfuerzos. La apuesta solo es posible si se hace inversión en redes porque las renovables necesitarán más redes.
"Tenemos el objetivo de un 35% de mujeres en cargos directivos"
Hay un retroceso de la presencia femenina en las profesiones STEM, ¿qué se puede hacer?
Hemos tenido siempre un compromiso grande en este sentido desde escuelas de ingenieras a un proyecto global 'Rebeldes para el cambio' con el que inspirar a otras mujeres a acudir a carreras técnicas. Estamos haciendo mentoría para la etapa anterior a la Universidad y desde la educación primeria en EEUU, por ejemplo, hemos publicado un libro de historias para niñas con las profesiones que tienen desde muy temprano. Hay estudios muy interesantes que muestran que cuando somos muy pequeños hay un equivalencia muy grande en las profesiones pero cuando llegan a los 10 años viene ya la influencia del contexto social. Por eso es importante la educación para promocionar el talento femenino -siempre con meritocracia-. Como compañía queremos tener un 35% de mujeres y cargos directivos en la compañía y creo que lo vamos a conseguir.
¿Qué peso tendrá la digitalización en el sector?
En digital hay un cambio muy grande que tenemos que hacer. Es fundamental para cualquier sector y en el de energía tenemos mucho que hacer. Hay cinco prioridades. Todo lo que hacemos tiene que ser digital como base. Hay que garantizar que todo tiene al digital como algo natural en los modelos de negocio desde el inicio y no al revés porque eso es un error en el que incurren muchas empresas. La segunda prioridad es la importancia de los datos, de la analítica con la evolución de las redes inteligentes para tener una visión transversal y poder experimentar cosas para el mantenimiento predictivo o el gemelo digital. La ciberseguridad será una prioridad clave. El movimiento al cloud y, por último, cómo vamos a mejorar las competencias digitales de todos nuestros colaboradores y cómo podemos contribuir para mejorar a las comunidades en las que estamos presentes.
En innovación, si vemos los objetivos de 2050, hay una parte muy grande que será para tecnologías que no están aún totalmente desarrolladas. Si lo innovación es importante para todas las industrias, para la nuestra es clave.
"Hay un proyecto de transición realista para las centrales de carbón"
¿Qué futuro les aguarda a las centrales de carbón de la empresa?
Hay algo muy distintivo en EDP. No conozco otro caso en Europa, si hay algún otro que me perdonen. Tenemos un proyecto de transición justa para todos los emplazamientos de carbón incluso para algunos que adquirimos a Viesgo y que no teníamos una obligación de hacerlo pero queremos que sea un hecho distintivo de la compañía. Queremos transformar las cuatro centrales en España y una en Portugal en hubs verdes con cuatro dimensiones: hidrógeno, renovables, almacenamiento y flexibilidad. Para estos planes es importantes el fondo de transición justa. Tenemos un compromiso de no dejar a nadie atrás y queremos apostar por los empleados directos e indirectos para convertirlos a otras profesiones dentro del grupo o en la región y eso es posible con una combinación de fondos públicos y privados y por eso en cada emplazamiento presentamos un proyecto concreto para cada uno y estamos esperando los resultados.
¿EDP mantiene su compromiso de cerrar el carbón en 2025 y ser la primera eléctrica 100% renovables en 2030?
Totalmente. Lo que tenemos actualmente es muy contextual. Se va a mantener nuestro compromiso porque si miramos el coste de las tecnologías es muy claro. Primero es una cuestión de propósito. Acreditamos que todos los retos hasta 2050 hay una responsabilidad para ser parte de la solución. Tenemos todas las condiciones para hacerlo y queremos ser una compañía de referencia en la transición energética. Claro que en este periodo, los activos que teníamos operando tenemos que garantizar que somos agentes contribuidores para la seguridad del sistema y siempre que nos llaman tenemos que responder al sistema y garantizar que estamos haciendo con total seguridad y disponibilidad de nuestras centrales y con el cumplimiento de prevención y seguridad, que es una prioridad máxima.