Energía

España se postula como modelo a seguir en el control de chatarra radiactiva

Tarragona, 27 feb (EFE).- El protocolo español en materia de control de chatarra radiactiva puede ser un modelo a seguir por otros países, según ha manifestado hoy la presidenta del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), Carmen Martínez Ten.

La presidenta del CSN, órgano regulador de las centrales nucleares españolas, ha presentado hoy en una rueda de prensa las conclusiones de la conferencia internacional sobre el control de materiales radiactivos en la chatarra, que durante toda esta semana ha tenido lugar en la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.

A esta conferencia, que ha servido para compartir experiencias y contribuir, en la medida de lo posible, a la resolución de los problemas causados por la presencia inadvertida de material radiactivo en la chatarra, han asistido más de 200 participantes de 62 países y cinco organismos internacionales.

Según ha explicado la presidenta del CSN, organismo impulsor de la conferencia junto al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA), se trata de un problema "global" y, por tanto, "la solución tiene que ser global".

En este sentido, Martínez Ten ha postulado el protocolo español en esta materia como "ejemplo a seguir" por el resto de países del mundo.

El protocolo se aprobó hace diez años, a raíz de la fundición, en 1998, de una fuente radiactiva de cesio en una acerería, y obliga a instalar en las entradas de las industrias siderurgias pórticos de detección de radiactividad, lo que evita su entrada en los hornos de fundición y la contaminación de las instalaciones.

Este sistema, a lo largo de esta década, ha servido para realizar 1.100 detecciones, de las que 189 eran fuentes radiactivas -la mayoría procedentes de países asiáticos, de la Europa del este y de América latina- y el resto tenían su origen en una contaminación natural, procedente de materias como el gas o el petróleo.

Uno de los casos más sonados se produjo el año pasado, cuando un camión lleno de chatarra contaminada con partículas radiactivas recorrió 62 kilómetros desde la central de Ascó hasta la chatarrería Hidesa, en La Selva del Camp (Tarragona), donde los pórticos de seguridad detectaron el material contaminado.

En el ámbito internacional, el 13 de septiembre de 1987, en la ciudad brasileña de Goiania más de 250 personas se contaminaron con cesio-137, un material radiactivo utilizado en investigaciones médicas, en un depósito de chatarras al que había sido llevado un aparato de medición médica robado de una clínica abandonada.

Cuatro personas fallecieron tras estos hechos y más de 60 ya han muerto víctimas de cáncer y de otras enfermedades provocadas, al parecer, por la contaminación radiactiva.

Ante este tipo de casos "no hay ningún instrumento legal internacional que cubra los temas transfronterizos en relación al material radiactivo encontrado en la chatarra" y, además, "los países tienen diferentes criterios de aceptación de presencia de radionucléidos en la chatarra", ha subrayado Martínez Ten.

Por ello, los participantes en la conferencia han sido unánimes al reconocer "los beneficios que resultarían de establecer alguna forma de acuerdo internacional obligatorio entre gobiernos para unificar este proceso".

Este acuerdo podría llegar en la conferencia del OIEA, que tendrá lugar este año en Viena (Austria).

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