El sector asegurador y el de los medios de pago trabajan conjuntamente para evitar los problemas y el fraude que se pueden derivar de la pérdida, el robo o el uso fraudulento de una tarjeta de crédito.
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Las compañías de seguros cubren algunas de las consecuencias que pudieran producirse a raíz de estos percances, pero los emisores de las tarjetas también están poniendo todo su empeño para que éstos no lleguen a ocurrir, aplicando las últimas tecnologías a su alcance.
Uno de los resultados más prácticos de esta aplicación tecnológica están siendo los pagos sin contacto, cada vez más extendidos en comercios y servicios. Son aquellos en los que las órdenes de pago entre una tarjeta con chip EMV sin contacto y un terminal de aceptación se intercambian de forma segura utilizando tecnologías de comunicación inalámbricas.
Pero aquí no se quedan los desarrollos. José Carbajosa, director general de Visa Europe para España, explica que el próximo paso que dará la tecnología consistirá en una convergencia entre los pagos presenciales y no presenciales. Sin duda, ?tendremos un dispositivo a través del que podremos hacer tanto pagos on line como presenciales?. Y, ?aunque todavía tenemos que ver a través de qué aparato se realizará, en 2 ó 3 años esto será una realidad más tangible?.
