Madrid, 6 nov (EFECOM).- La cooperación española está impulsando al sistema financiero del país a establecer acuerdos con las entidades extranjeras que reciben las remesas de los inmigrantes residentes en España, con la finalidad de que estas últimas faciliten créditos a los receptores de las divisas.
Este "colchón crediticio" (aval) abre la puerta al destinatario del dinero -generalmente sin opción a un préstamo- a emprender un negocio, adquirir una propiedad u optar por otra "inversión de futuro", indicó en una entrevista con Efe la directora general de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo, Milagros Hernando.
La propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que pretende aumentar el impacto de estos flujos económicos, se inscribe dentro de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza, de la que forma parte España junto a otros cuatro países y cuyo objetivo es buscar nuevas vías para financiar el desarrollo de las regiones más desfavorecidas.
De enero a julio de 2006, las remesas enviadas por los inmigrantes desde España alcanzaron los 3.346 millones de euros, lo que hace suponer que la cifra final de 2005 -más de 4.600 millones- será este año ampliamente superada.
A finales de este mes, adelantó a Efe la directora general de Planificación (Secretaría de Estado de Cooperación), se prevé la firma de sendos convenios con la Asociación Española de Banca y la Confederación Española de Cajas de Ahorro para dinamizar los convenios entre el sistema financiero nacional y el extranjero, de modo que cada vez más receptores de remesas puedan tener un crédito.
El papel de la cooperación española -añadió Hernando- consiste en asesorar a estas personas sobre sus posibles inversiones, ya que no necesariamente han de tener conocimientos sobre estas cuestiones.
Con este objetivo se están creando "redes de asesoría", un cometido que en los años 60 ó 70 asumían en España las entidades financieras con los emigrantes que enviaban sus divisas desde Francia, Alemania o Suiza.
La iniciativa española, que hasta la fecha se ha concretado en tres proyectos pilotos en Ecuador, Senegal y Marruecos, consta de una segunda parte: la creación de una asociación pública-privada vinculada a las asociaciones de inmigrantes en España, que contará con fondos de la propia cooperación, empresas, fundaciones y entidades interesadas.
"Serán las asociaciones de inmigrantes las que decidirían a qué tipo de proyecto quieren destinar ese dinero, desde la recuperación de un hospital a la restauración de una plaza..."
"La primera parte de la iniciativa tiene una capacidad de transformación económica muy importante, en la segunda es más la responsabilidad que pueden tener los inmigrantes en la mejora de sus comunidades", indicó la directora general, quien concluyó que el propio mercado está abaratando el precio de envío de las remesas.
Esto último es otra de las claves para incrementar el impacto de las divisas en el desarrollo del país receptor: se calcula que de reducirse dicho coste en un 1 por ciento llegarían a su destino 50 millones anuales de euros más.
Y si los receptores de remesas destinaran dicho 1 ciento a inversiones productivas, se crearían 25.000 puestos de trabajo en países donde escasean las oportunidades, según las estimaciones de la asociación remesas.org. EFECOM
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