Empresas y finanzas

Cientos de miles de casas se quedan sin calefacción y muchas fábricas cierran en los Balcanes por la falta de gas

La demanda de madera y carbón se ha quintuplicado en Sarajevo.

Cientos de miles de personas están sufriendo cortes de calefacción en la península de los Balcanes y muchas fábricas se han visto obligadas a cerrar por el impacto de la disputa que mantienen Rusia y Ucrania sobre el suministro del gas. En torno a 100.000 viviendas en Bosnia se han quedado sin calefacción, mientras que en la ciudad de Novi Sad, la segunda más grande de Serbia, son unas 80.000 las personas afectadas por el corte del suministro.

En Bulgaria, donde la temperatura ha bajado hasta los diez grados negativos, al menos 65.000 familias no han podido calentar sus hogares. Esto ha llevado a mucha gente a comprar calentadores eléctricos, lo que a su vez ha derivado en un importante crecimiento en la demanda de electricidad. "La distribución de electricidad no soportará otra subida en el consumo", dijo al respecto la empresa energética checa CEZ en un comunicado. Por la misma razón, la demanda de madera y carbón se ha quintuplicado en Sarajevo.

El Gobierno búlgaro suspendió hoy el suministro de gas a 72 grandes compañías y lo redujo a otras 153 empresas debido a lo limitado de sus reservas nacionales. Otros países del este de Europa han adoptado restricciones similares. Bulgaria, que es el país más pobre de la Unión Europea, ya ha pedido a Bruselas fondos para la construcción de un enlace con el gasoducto que atraviesa Grecia y Turquía, lo que le permitiría recibir gas de Oriente Próximo y de la región del mar Caspio.

En Sofía, decenas de guarderías y 68 colegios cerraron y varios tranvías y autobuses apagaron la calefacción para ahorrar energía. Las empresas de servicios públicos afirmaron que necesitan un día más para conectar con otras fuentes energéticas antes de levantar las suspensiones en la distribución del gas.

Países sin reservas

La situación es más complicada en los países que, como Serbia, Bosnia y Macedonia, no disponen de reservas de gas. Por el contrario, Grecia y Croacia cuentan con suministro para varias semanas y están estudiando el uso de fuentes de energía alternativas.

La mayoría de las naciones balcánicas dependen casi por completo del gas ruso, que ayer dejó de llegar a Europa. La gasista Gazprom, que ejerce un monopolio sobre el sector del gas en Rusia, acusa a Kiev de haber retenido desde el 1 de enero el gas destinado al resto de Europa que pasa por Ucrania. Además, ambas potencias no se ponen de acuerdo sobre la subida del precio en 2009 y la deuda que Kiev tiene pendiente con la gasista. Estas diferencias han provocado varias interrupciones en el suministro hasta que ayer fue cortado de forma definitiva.

Por último, los mercados financieros de la región se han visto afectados y el valor del dinar, la divisa oficial de Serbia, ha experimentado una caída récord. "Los monopolios de energía y petróleo tendrán que redoblar sus importaciones debido a los problemas con el gas y el dinar caerá", declaró un importante banquero.

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