El gigante de las tarjetas de crédito, American Express, recibirá 3.390 millones de dólares en una inyección de capital del Tesoro estadounidense, como parte del plan de rescate de emergencia para el sector financiero. La compañía estadounidense, que se transformó en banco comercial para poder acogerse al plan de ayudas del Gobierno federal, pretendía obtener unos 3.500 millones de dólares (2.783 millones de euros) de este fondo.
De este modo, las acciones preferenciales emitidas por American Express en favor del Tesoro de Estados Unidos ofrecerán un rendimiento de 5% anual durante cinco años, y 9% después del quinto año.
El emisor de tarjetas de crédito había obtenido el mes pasado el estatuto de banco comercial, lo que le permitió acceder a los financiamientos de la Reserva Federal y beneficiarse con la inyección de fondos del Tesoro.
El aporte de capitales frescos permitirá a American Express llevar sus fondos propios "duros" a 13.200 millones de dólares, lo que corresponde a 9,9% de sus préstamos, que llegan a 132.700 millones de dólares. Hasta ahora, esa relación no había superado 7,6%, nivel considerado insuficiente en el contexto actual de congelamiento de los mercados monetarios.
Transformación en banco comercial y reducción de plantilla
La Reserva Federal (Fed) dio su visto bueno a la conversión de la empresa de medios de pago American Express en un banco comercial, lo que le va a permitir acogerse a los programas de financiación de bajo coste de la autoridad monetaria. Según informó en un comunicado, la Fed aceptó la petición del gigante de las tarjetas de crédito después de que el pasado mes de septiembre los bancos de inversión Goldman Sachs y Morgan Stanley tomaran esta iniciativa.
Por su parte, en un intento por reducir costes ante la crisis económica mundial, la compañía estadounidense anunció que reducirá su plantilla en un 10%, lo que supone despedir a unas 7.000 personas.
Además, American Express congelará los salarios y fenará las nuevas contrataciones. Con estas iniciativas, la compañía pretende reducir costes y ahorrar unos 1.800 millones de dólares en 2009.
American Express anunció que sus beneficios se habían reducido un 24% hasta 815 millones de dólares en su tercer trimestre, lastrados por por una baja sensible de los gastos de los titulares de las tarjetas de crédito en Estados Unidos y en el exterior.