Es una máquina de hacer dinero: ha pasado de unos ingresos de 0,22 millones de dólares en 1999 a más de 6.138 millones al cierre de 2005
Es la historia de mayor éxito bursátil de los últimos tiempos. La mayor explosión en el parqué de lo que los inversores quieren ver: subir en bolsa. Google, apoyada en un crecimiento de su negocio espectacular, y en un contexto de ebullición de la publicidad online, es el buscador más utilizado de la Red, y eso se ha notado en sus títulos.
Se ha disparado un 398 por cieto desde que salió a bolsa en agosto de 2004, y ya cotiza por encima de los 420 dólares frente a los 85 en que se fijó su precio para salir a cotizar.
Entonces valía 'apenas' 30.000 millones de dólares; hoy, cerca de 130.000 millones de dólares (104.000 millones de euros). Este comportamiento le ha valido ganarse un puesto entre las 30 compañías más grandes del mundo que cotizan en bolsa. De hecho, el buscador de Internet creado por Serguei Brin y Larry Page casi iguala el valor de Vodafone, la mayor operadora de móviles del mundo, y supera el de IBM, la histórica compañía que creó el PC (ordenador personal) a comienzos de los años 80.
Y su escalada en el particular ranking de titanes de la bolsa no parece tener fin. En apenas 20 meses ha subido decenas de posiciones; un día sí y al otro también superaba a compañías como Telefónica, Santander, Yahoo!, Time Warner, Boeing, Siemens... Este comportamiento le ha valido la entrada en el Nasdaq 100 y el S&P 500, los dos índices más importantes junto al Dow Jones, de la bolsa estadounidense.
En los primeros compases en el parqué de Google, los más agoreros hablaban del resurgir de una burbuja puntocom y de las estratosféricas valoraciones que alcanzaba la compañía. Sin embargo, con el paso de los meses y con la contundencia de excelentes resultados, Google ha dejado embelesados a analistas e inversores. También a los usuarios porque al menos 6 de cada 10 búsquedas en Internet se realizan a través del suyo. Esto se ha traducido en que sus ventas anuales se han multiplicado por 150 desde el cierre del ejercicio 1999. Google fue fundada meses antes, en septiembre 1998, y en sólo siete años de vida, la empresa de Mountain View ha alcanzado los 1.465 millones de dólares anuales de beneficio neto y unos ingresos de 6.138 millones. Para este año, los analistas estiman que superará los 10.000 millones de dólares en ventas y unos 2.500 millones de beneficio.
¿Un broker de la publicidad?
Los analistas del sector aseguran que su negocio seguirá beneficiándose del crecimiento de la publicidad online, gracias a la potencia de sus sistemas Adwords y Adsense, que representan el 95 por ciento de los ingresos de la empresa.
Ambas herramientas generan enlaces patrocinados que se integran en las páginas web de cualquier cliente adscrito a Adsense. Un simple clic en ese enlace por parte del lector provoca un doble efecto: el anunciante paga y el propietario de la web cobra. Y Google intermedia.
Por tanto, la empresa estadounidense se ha convertido en un auténtico broker de la publicidad.
En sus inicios, Google se aprovechó de la fiebre del oro puntocom para crecer en el mercado, no para enriquecerse, sino para forjar solidas alianzas (como la que firmó con Yahoo!) que le permitieran ir acumulando experiencia y cuota de mercado. Si bien el acuerdo generó plusvalías para Yahoo! (en su momento se hizo con un 5 por ciento del buscador) aportó mucho más para Google que se encontró con un camino despejado y con pocos competidores.
La salida al mercado de Google el pasado año cerró todo un ciclo que se inició con el boom de las puntocom y siguió con la travesía por el desierto de las empresas supervivientes. Google fue una de las líderes de ese camino, gracias a su capacidad de innovación, con un accionariado estable y sin apoyarse en la cultura del pelotazo.
El repunte de la inversión publicitaria marca unas excelentes perspectivas para la firma al disponer de una gran imagen de marca y millones de usuarios, el buscador de productos Froogle y de su directorio de publicidad Local. Esta sólida estructura es la que afianza un fuerte crecimiento del beneficio, con crecimientos anuales a razón de mil millones de euros para los próximos dos años. La pregunta que queda por responder ahora es saber si la escalada que no parece tener fin necesita un tiempo de reposo, por el contrario, se encuentra en un campamento base recargando fuerzas para saltar a cotas más altas, ya que se pagan 44 años de beneficios en los precios actuales.
Un valor con recorrido
JPMorgan sitúa la valoración de la compañía en 575 dólares por título, 170.000 millones de dólares. Si Google alcanzase este precio llegaría al tamaño que tienen hoy compañías como la petrolera francesa Total, HSBC, Johnson & Johnson o Pfizer. Google se situaría como la octava compañía por valor bursátil en el mundo, sólo por detrás Exxon Mobil, General Electric, Microsoft, Gazprom, BP, Citigroup, Royal Dutch Shell, Wal Mart y Procter & Gamble. Todas ellas con un valor superior a los 150.000 millones de euros. Wall Street está googlelizado. Sólo 1 de los 38 analistas que cubren la acción para firmas de inversión tiene recomendación de venta, 5 de mantener y 32 de compra. Safa Rashtchy, del broker Pipper Jafray, tiene desde principios de año el récord de valoración de Google: 600 dólares. ¡¡180.000 millones de dólares!! Todavía vale un 26% menos, pero otros se echaron las manos a la cabeza cuando se estimaron precios para esta máquina en 100, 150, 250, 300 o 400 sólo hace unos meses. El precio objetivo de consenso, según Bloomberg está en 500 dólares.
Más barata que Yahoo!
Estas valoraciones están justificadas en el rápido crecimiento de sus resultados. Desde que presentó los del primer trimestre de 2006, su PER (veces que el beneficio por acción está recogido en la cotización) se sitúa en 44 veces frente al PER 64 de Yahoo!, de manera que por comparables está más barata que su principal rival por primera vez. Y ya está a punto de triplicar los 47.000 millones que vale Yahoo! en bolsa. Posiblemente sea el valor más perfecto jamás cotizado. Deslumbra, asombra, desconcierta cualquier tipo de pronóstico que se ponga en su camino, aunque el mercado ha comenzado a tomarle la medida. Pero algún día encontrará un límite en sus competidores. Los problemas de Microsoft con la justicia en EEUU y la Unión Europea la han mantenido fuera de juego en algunos terrenos, pero pronto podría ponerse las pilas: Live y el Windows Vista serán sus armas después de este verano para intentar destronar al nuevo rey de Internet.