Wanda Rudich
Viena, 28 oct (EFECOM).- Los precios del petróleo concluyeron esta semana por encima de la barrera de los 60 dólares en los mercados de Londres y Nueva York, con un alza del 2,4 por ciento frente a los valores del cierre de la semana anterior, en vísperas de la entrada en vigor de un recorte de la oferta de la OPEP.
Las cotizaciones mostraron en las últimas cinco jornadas una gran volatilidad ante la conjunción de factores alcistas y bajistas, con la percepción de que los suministros son abundantes y superan a la demanda actual como el principal elemento entre los primeros, y la persistencia de incertidumbres geopolíticas entre los segundos.
Pero en su conjunto, ha prevalecido la tendencia al alza ante la inminente entrada en vigor de la primera rebaja de la oferta de la OPEP desde 2004, que coincide con la llegada del frío al hemisferio norte, la temporada de mayor consumo mundial de crudo.
Así, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el petróleo tipo Brent, la referencia para Europa, terminó ayer a 61,08 dólares en sus contratos para entrega en diciembre.
Con ello sumó 31 centavos al valor de cierre del jueves y 1,40 dólares al del viernes anterior.
De forma paralela, los contratos del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referentes en Estados Unidos, avanzaron en la sesión de ayer 39 centavos al terminar a 60,75 dólares/barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), situándose 1,42 dólares por encima del cierre de la semana anterior.
También el precio del barril (de 159 litros) del crudo de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), experimentó gran volatilidad al caer hasta los 53,44 dólares el lunes y recuperarse hasta los 56,12 dólares el jueves, quedando así con una subida de 1,56 dólares en el lapso de siete días.
En un primer momento, los mercados parecieron no tomarse en serio el recorte de la producción acordado por la OPEP en la madrugada del día 20 en Doha, en una reunión convocada de forma urgente ante para parar caída de cerca de 20 dólares que registraban las cotizaciones desde mediados de agosto.
Tanto en la sesión de esa jornada, como en la siguiente, la del lunes pasado, los precios continuaron a la baja, pero luego volvieron a la senda alcista, entre otros ante signos de que los miembros de la organización van en serio con el recorte de 1,2 millones de barriles diarios (mbd) a partir del próximo miércoles.
Se anunció que el bombeo conjunto quedará en 26,3 mbd, frente al de 27,5 mbd de octubre, pero no se dieron a conocer las cuotas o el nivel de producción individual de cada país, una forma de proceder inusual que se debió a diferencias internas y despertó dudas en los mercados sobre la efectividad de la medida.
Sin embargo, el viernes la consultora especializada PVM informó a sus clientes de que Libia y Kuwait confirmaron que reducirán sus respectivas ofertas en 72.000 y 100.000 barriles diarios, y los analistas de esa empresa calculan entonces que a partir del 1 de noviembre pasarán a bombear 1,73 mbd y 2,5 mbd, respectivamente.
Así, los indicadores de que el grupo está decidido a poner en marcha la medida adoptada y los pronósticos de un fuerte incremento de la demanda de combustible de calefacción ante el descenso de las temperaturas en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de crudo, contribuyeron a apuntalar los precios.
Volvieron asimismo a la escena las inquietudes geopolíticas con un agravamiento de las tensiones sociales en la industria petrolera de Nigeria, primer productor de petróleo de Africa, y amenazas terroristas en Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo.
En especial, presionaron al alza el viernes noticias sobre una amenaza terroristas contra la terminal petrolera saudí de Ras Tanura, que motivó el refuerzo de la seguridad en torno a todas las infraestructuras petrolíferas del reino.
Pero la reacción de los precios frente a esas informaciones ha sido más moderada que en situaciones similares vividas en meses anteriores, lo cual revela una clara disminución de los temores que despiertan la eventualidad de un corte inesperado de suministros.
La razón principal de este alivio es que las reservas almacenadas de crudo en las naciones consumidoras, y en especial en Estados Unidos, han crecido hasta un nivel confortable, convirtiéndose en un colchón amortiguador de los efectos que causan sobre los sensibles precios del petróleo las incertidumbres geopolíticas y climáticas.
Si bien los precios subieron el miércoles por el descenso inesperado en los inventarios comerciales de crudos en Estados Unidos, el volumen de reservas en ese país sigue siendo superior al de hace un año en más de un 5 por ciento. EFECOM
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