
La compañia germana no acaba de despegar y continúa rondando niveles cercanos a su mínimo anual (23,885 euros). Además, en el año sus títulos han retrocedido un 30,74 por ciento. Las valoraciones de los analistas que configuran el consenso de mercado se muestran acordes con su comportamiento. En los últimos dos meses y medio, el 96,67 por ciento de las valoraciones han recortado su precio objetivo, lo que ha provocado que el potencial de la empresa sea uno de los más reducidos del Eurostoxx: un 7,68 por ciento.