París, 26 oct (EFECOM).- El primer ministro francés, Dominique de Villepin, afirmó hoy que el patriotismo económico no es la negación de las reglas de la economía de mercado, al comentar la adjudicación a un grupo canadiense de un contrato de la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF para renovar los trenes de París.
La empresa pública francesa anunció ayer la concesión al canadiense Bombardier de un contrato de unos 4.000 millones de euros para reemplazar parte de los trenes de cercanías de París.
El fabricante francés Alstom, proveedor histórico de trenes para la SNCF, aspiraba también a ese contrato, por lo que su adjudicación a una empresa canadiense plantea, según los sindicatos, el tema del "patriotismo económico".
Preguntado en su XVI rueda de prensa mensual, Villepin quiso dejar claro que "el patriotismo económico es la unión de fuerzas" y "no la negación de reglas elementales reconocidas" en una economía abierta.
"Vivimos en una economía abierta", en la que hay competencia, licitaciones y adjudicación de contratos "en función de las mejores ofertas", dijo Villepin, que no imagina un sistema de adjudicaciones "sin reglas".
En cambio, "siempre" hay que defender y valorar la acción de las empresas francesas, agregó el jefe del Gobierno conservador y apóstol del patriotismo económico.
Tras recordar que Bombardier tiene plantas y plantilla en Francia, se mostró convencido de que Alstom hará una parte del contrato obtenido por el grupo canadiense.
Manifestó su deseo de que "en los contratos y subcontratas" las empresas francesas, incluida "naturalmente Alstom", puedan participar "muy ampliamente" y se declaró "convencido" de que así será. EFECOM
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