
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, cree que la crisis del sector del automóvil "todavía no ha tocado fondo" y que es más grave que la de 1993, en la que los mercados europeos cayeron un 16% pero vivieron un funcionamiento normal del mercado de crédito, algo que no sucede ahora. Los representantes de la industria automovilística francesa serán recibidos a las 15:00 horas por Sarkozy en el Elíseo. GM y Chrysler se acercan a la quiebra: están en manos de la Casa Blanca.
"La industria es una gran consumidora de crédito. Además, dos de cada tres coches son financiados con un crédito. Si la crisis de financiación dura, se verá caer a los constructores unos tras otros", declaró ante la prensa Ghosn el pasado viernes, según recoge hoy Le Figaro.
El responsable de la empresa del rombo considera positivo estimular la demanda con una ayuda de 1.000 euros para la compra de un vehículo -una de las medidas incluidas en el plan de relanzamiento económico anunciado la semana pasada por el presidente Nicolas Sarkozy- pero cree que hace falta también animar a los bancos a prestar.
Frente al bloqueo del crédito, los constructores piden al Estado una financiación de dos o tres años con tasas de interés entre el 4% y el 5%. "El Estado francés es uno de los primeros en comprender la gravedad de la situación en Europa y nosotros tenemos la sensación de que reaccionará", aventura el directivo de Renault, que espera un anuncio en este sentido en las próximas semanas.
Así pues, Renault y PSA Peugeot Citroën piden un apoyo al conjunto del sector porque, en opinión de Ghosn, es "todo el sistema el que está amenazado". "No puedo funcionar si mis proveedores desaparecen", destaca en alusión a Faurecia, la primera empresa francesa de equipamiento y filial de PSA que suprimirá 1.215 empleos en Francia, de ellos 700 en 2009.
Ayudas de Bruselas
De manera paralela, Carlos Ghosn, que el próximo 1 de enero asumirá la presidencia de la Asociación de constructores europeos de automóviles (Acea) intentará lograr de Bruselas una ayuda de 40.000 millones de euros para el sector. Las ayudas acordadas por los Estados, como las de Francia, estarán comprendidas en este sobre europeo, según 'Le Figaro'.
En el corto plazo, los constructores buscan mantener su liquidez y tener un flujo de tesorería positivo para atravesar la crisis sin endeudarse. Ello pasa por una reducción de las inversiones y de los stocks y por aumentar la vigilancia frente a los acreedores y la cesión de activos, explica el directivo de Renault.