
El Clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid (partido que terminó con empate a dos) se convirtió en el escenario de una innovadora iniciativa de marketing nunca antes vista en este tipo de encuentros. El club blaugrana aprovechó el mosaico gigante que tradicionalmente cubre el Camp Nou en los encuentros frente al Real Madrid (y del que esta vez no informó) para dar dimensión mundial a la campaña publicitaria 'La pilota ens fa mes' (La pelota nos hace más) que, desde principios de marzo, ha lanzado con Nike, la empresa estadounidense de ropa deportiva que esponsoriza a los culés desde hace ya 20 años.
En el momento en el que ambos equipos salieron al terreno de juego, en las gradas del Camp Nou se alzaron tantas cartulinas como capacidad tiene el recinto. En total, 97.939 fichas que dibujaron un llamativo escenario.
A la izquierda y derecha del túnel de vestuarios, en el Gol Sur y Gol Norte del estadio, se podía leer la palabra 'Campions' (Campeones) en referencia al título de Liga que conquistó el Barça el pasado domingo ante el Deportivo de la Coruña con los colores de la señera dominando la grada.
La tribuna desde donde emergieron los futbolistas se tiñó de blaugrana y justo delante de ellos, también teñida con los colores del Barça, se podía leer el lema precisamente de la campaña: 'La pilota ens fa mes'. Un lema que, de no ser por haber sido el de la campaña, también podría haber sido escogido porque es una de las señas de identidad del Barça.
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— FC Barcelona ???????? (@FCBarcelona_es) 6 de mayo de 2018
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Es uno de los factores con los que jugó Nike y el Barça para presentar no solo la campaña, sino también esta puesta en escena antes del partido en el que, en el círculo central, se podía ver una pelota antigua, como la que domina el escudo del Barça y también la campaña de Nike.
Una imagen con una audiencia millonaria
Con esta esta estrategia de marketing inédita en la historia de los clásicos, Nike y el Barça se aseguraron que el lema de su campaña tuviera una audiencia potencial de 500 millones de espectadores en 182 países. Tantos como telespectadores se esperaba que pudieran ver el partido en todo el planeta.
Eso sí, fue una puesta en escena sin mención expresa alguna a Nike, ni con su nombre ni con su logo. LaLiga tiene que autorizar en cada partido los tifos o mosaicos que se puedan desplegar y en su reglamento se prohíbe hacer publicidad directa o mostrar lemas que puedan considerarse antideportivos y/u ofensivos.
Así las cosas, con los dobles sentidos y ese juego sutil entre la historia y esencia del Barça y la campaña puesta en marcha por Nike, ambas partes pudieron eludir cualquier veto.
Una campaña dirigida por un Oscar
El Barça lanzó esta campaña el 12 de marzo y tiene en su espot el mayor atractivo. Dirigido por Wally Pfister, ganador de un Oscar por la película Origen, muestra con un estética visual peculiar, en forma de rejilla (como la planificación urbanística de la ciudad), cómo el club tiene en la posesión su estilo de juego y, a través de él, identifica al club y, por extensión, a toda la ciudad y los valores de sus ciudadanos.
"La campaña centra el foco en nuestra seña de identidad, nuestro estilo de juego único, de tener el balón, que ha cambiado el mundo y del que tan orgullosos nos sentimos. También proyectamos al mundo la relación del Barça con la ciudad de Barcelona esperando un impacto global en todos los aficionados del Barça y del fútbol en general", explicó con su lanzamiento Manel Arroyo, vicepresidente del Barça.