
La Comisión Europea (CE) ha aprobado este viernes la compra de Rockwell Collins, proveedora de componentes de avión a Boeing y Airbus, por parte de la compañía tecnológica United Technologies Corporation (UTC), aunque la operación está sujeta a la venta de varias unidades de negocio para resolver las dudas de los servicios comunitarios.
En concreto, UTC se ha comprometido a vender los negocios mundiales de Rockwell Collins de controles de piloto, localizado principalmente en México y Estados Unidos, y de protección antihielo. La tecnológica también debe desprenderse de dos proyectos de investigación de sistemas de oxígeno.
Bruselas también investigó si UTC gana con la compra el poder necesario para incentivar el uso de los componentes a través de prácticas como la vinculación o la venta por paquetes con el objetivo de perjudicar a sus competidores.
Sin embargo, ha concluido en su investigación que la compañía resultante no tendrá el poder suficiente de mercado o los inventivos para "comenzar estas estrategias y dañar la competencia".
El Ejecutivo comunitario también ha descartado que otros solapamientos entre las actividades de ambas compañías supongan problemas sobre la competencia en el mercado único debido a la existencia de "un número suficiente de proveedores alternativos".
"UTC y Rockwell Collins son dos de los proveedores más grandes del mundo de componentes de fabricantes de aviones (..). Podemos permitir esta fusión en todos los mercados en los que teníamos dudas, UTC ha prometido desinversiones en todos los solapamientos entre ambas compañías", ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.