Tribune Co., uno de los mayores grupos de prensa escrita de Estados Unidos, se acogió ayer a la protección de las leyes de bancarrota por lo que su propietario, el magnate inmobiliario Sam Zell, calificó de la "tormenta perfecta", en referencia a la escasez de lectores y anunciantes que ha terminado por ahogar al grupo, gestor de 23 estaciones de televisión y 12 periódicos. Mientras tanto, el diario The New York Times respaldará con su sede un préstamo de 174 millones.
La compañía informó en un comunicado de que continuará con sus operaciones mediáticas durante el periodo de reestructuración de su deuda y que seguirá publicando sus periódicos y gestionando sus canales de televisión y propiedades interactivas sin interrupción.
El comunicado insiste en que Tribune tiene "suficiente efectivo" para garantizar la continuidad de sus operaciones.
"La caída en picado de los ingresos y el difícil ambiente económico se ha unido a la crisis crediticia, lo que ha hecho que sea extremadamente difícil hacer frente a nuestra deuda", dijo Sam Zell, el magnate inmobiliario propietario del grupo en un comunicado.
"Todas nuestras categorías publicitarias se han visto afectadas de forma dramática", insistió Zell.
La empresa con sede en Chicago ha contratado al banco de inversión Lazard y a la firma de abogados Sidley Austin para que la asesoren sobre la posible declaración de bancarrota.
El grupo es propietario de ocho grandes diarios estadounidense, entre los que figuran, además de Los Angeles Times, el Chicago Tribune y el Baltimore Sun. A eso se suman sus participaciones en cadenas de televisión locales de todo el país.
El grupo dejó de cotizar en Bolsa y pasó a propiedad privada el año pasado tras la adquisición de la compañía por parte de Zell.
La compañía tiene préstamos por unos 12.000 millones de dólares y tendrá que hacer frente a un pago de 1.000 millones de dólares en intereses este año. Tribune tendrá que desembolsar 512 millones de ese importe en junio.