
BBK logró el respaldo sin problemas, pero Kutxa no sumó los 67 votos necesarios. La gran Kutxa se queda como proyecto no nato. Frente a todo pronóstico, el bloque nacionalista liderado por PNV y EA, junto con el respaldo del sindicato CCOO, no logró concitar los consensos y apoyos necesarios para sacar adelante la fusión de la vizcaína BBK y la guipuzcoana Kutxa.
Como estaba previsto, la asamblea de BBK ratificó, con 68 votos a favor y 26 en contra, su integración con Kutxa; mientras que la asamblea guipuzcoana lo rechazó, ya que no fue capaz de sumar los 67 votos necesarios para completar la mayoría cualificada que necesita un proyecto de estas características para ser aprobado. Xabier Iturbe, presidente de Kutxa, sólo logró sumar 63 votos favorables, frente a 33 contrarios y 4 sorpresivas abstenciones, que inclinaron la balanza en contra. Se desconoce quien rompió la disciplina de voto, fue votación secreta, y los nacionalistas no alcanzaron los votos que inicialmente tenían asegurados.
Se rompe el proyecto de gran Kutxa
La frustrada gran Kutxa, cuyo proyecto de fusión fue aprobado por los consejos de administración de BBK y Kutxa el 30 de octubre, estaba destinada a ocupar el tercer puesto del ranking de cajas españolas por beneficios, tan sólo superada por Caja Madrid y La Caixa.
Tras conocerse el fracaso de un proyecto en el que llevan trabajando desde hace tres años y que ayer fracasó por tercera vez, el presidente de BBK, Xabier de Irala, lamentó la pérdida de "la oportunidad de crear una herramienta sin precedentes para hacer frente a la crisis y para contribuir al progreso económico de nuestro país y a su cohesión social". Apuntó que a partir de ahora "cada uno sabe la responsabilidad que ha asumido" y desde una profunda decepción lamentó que "siempre hay intereses que se oponen a lo que dicta el sentido común". A partir de ahora, para el presidente de BBK, sólo queda "seguir trabajando para enfren- tarnos a la crisis de la mejor forma posible", crisis que aseguró que golpeará con fuerza a Euskadi y que llevará el paro hasta extremos desconocidos desde hace tiempo.
No hay plan B
Por su parte, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, defendió que la fusión era "el mejor proyecto" para la entidad guipuzcoana, a pesar de lo cual aseguró respetar la decisión adoptada por la asamblea.
Ni Irala ni Iturbe tienen un "plan b", no contemplaban la posibilidad de que el proyecto pudiera fracasar. A la vista del calendario electoral vasco, no será posible volver a plantear un proceso de fusión al menos hasta dentro de dos años.
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