París, 18 oct (EFECOM).- El Consejo de Estado anuló hoy el régimen de excepción que eximía al sector de la hostelería en Francia de aplicar la reducción del tiempo de trabajo a 35 horas semanales, lo que significará que las empresas tendrán que pagar como horas extraordinarias el tiempo suplementario.
El Consejo de Estado invalidó el acuerdo que habían alcanzado en julio de 2004 la patronal de la hostelería con tres sindicatos, pero rechazado por otros dos de los representativos de este sector en el que trabajan 800.000 asalariados.
Los hoteles, restaurantes, bares y otros establecimientos podrán mantener las 39 horas semanales para sus empleados, pero a condición de pagarlas como horas extraordinarias a partir de la número 35, por ser éste el tiempo de trabajo general en Francia desde finales de la pasada década.
Eso significará que deberán abonar un suplemento del 10% por esas horas extraordinarias si se trata de empresas de menos de 10 trabajadores y del 25% si superan ese número de asalariados.
Además, la nueva jurisprudencia deberá aplicarse con carácter retroactivo, por lo que las empresas tendrán que pagar como horas extraordinarias todas las horas trabajadas entre la trigésimo quinta y la trigésimo novena desde el 1 de enero de 2005.
El máximo órgano de recurso administrativo, al que había recurrido la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT, uno de los dos sindicatos que no firmó el acuerdo) recordó en su dictamen que un convenio sólo puede establecer un tiempo de trabajo superior al legal "en profesiones y para empleos determinados que comportan periodos de inacción".
Los sindicatos Fuerza Obrera, Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC) y la Confederación General de Cuadros (CGC) habían suscrito ese convenio porque a cambio de mantener a los trabajadores con un régimen de 39 horas obtuvieron una sexta semana de vacaciones anuales y una subida global de los salarios.
En una primera reacción, la CFDT se felicitó del dictamen, que a su juicio es "una victoria" para los trabajadores y "una revolución cultural".
La patronal de la Unión de Oficios de las Industrias de la Hostelería (UMIH) anunció que iba a proponer a los sindicatos la firma de una nueva parrilla de salarios ajustada a la normativa que van a tener que aplicar, pero al mismo tiempo lamentó la transformación del convenio anulado, con el que ganaban todos, en una nueva situación en la que todos perderán.
"Vivimos una situación inédita en la que por primera vez un sindicato de asalariados ha jugado contra el poder adquisitivo de sus afiliados y de los empleados, en particular los de las pequeñas y muy pequeñas empresas que sufrirán una regresión de sus salarios", advirtió la UMIH en un comunicado. EFECOM
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