Empresas y finanzas

Gazprom, el imperio petrolero ruso que controla bancos, medios y hasta un equipo de fútbol

"Ésta no es una empresa normal, es el arma económica de un poderoso Estado con un interés declarado de enfrentarse a Occidente". Con estas duras palabras se expresa Edward Lucas, autor del libro La Nueva Guerra Fría. Pero más allá de estas consideraciones, está claro que Gazprom no es una empresa cualquiera.

Antes de convertirse en una empresa, Gazprom era un ministerio que en 1989 se privatizó y años después el Estado ruso recuperó la mayoría del capital. Actualmente, cuenta con poco más del 50 % de la petrolera y el resto cotiza en la bolsa de Moscú. El Gobierno y la compañía siguen manteniendo así unos convertidos lazos de cercanía.

Áreas de influencia

No hay más que recordar que el presidente de la Federación de Rusia, Dimitir Medvédev, ocupó la presidencia de Gazprom hasta el pasado 7 de mayo. Durante su mandato en la compañía, no fue ajeno al poder del Estado. En concreto, organizó en el Kremlin los 15 años de Gazprom y contrató a su banda favorita, el grupo británico Deep Purple, quien actuó para la élite empresarial y política del país. Un conglomerado de caprichos que se puede permitir esta empresa, que se ha calificado como "el arma política y económica del Kremlin".

Su influencia llega a todas las esferas del mundo político y empresarial. "Antes eran tanques, submarinos y misiles, y ahora son bancos y oleoductos", aseguran los críticos de las presiones del Estado ruso, un país que desplegó sus tropas en Georgia para controlar el paso del gas y amenaza con medidas defensivas en Kalingrado, en el Norte de Europa, para hacer frente al escudo antimisiles de Estados Unidos. También demostró su irrefutable poder con el corte de suministro de gas en 2006 y 2007 a Alemania y Polonia por disputas con Ucrania.

Control en todos los campos

Su esfera de control llega a la banca, aseguradoras, medios de comunicación, construcción y agricultura. Sus activos no estratégicos rondan los 9.000 millones de euros y concentran al 40 % de la plantilla del grupo, y entre ellos destacan Gazprom Media, holding de medios de comunicación que incluye la cabecera de mayor tirada de Rusia, el diario Komsomolskaya Pravda; Gazprombank, que es el segundo banco minorista del país; Gazfund, el mayor fondo privado ruso de pensiones; la compañía de seguros Sogaz: o el potente grupo de telecomunicaciones Gazcom, dedicado a proyectos espaciales, servicios de telefonía móvil, Internet, televisión por cable, etc.

La petrolera también gestiona Gazpromavia, una de las diez mayores aerolíneas de Rusia, y domina el puerto marítimo de Temryuk. Cuenta con ingresos en siderúrgicas y cementeras, además de ser el mayor propietario de tierras de cultivo del país. Por otro lado, es dueño de una planta de porcelana, de una fábrica de salchichas y de una cervecera, además de dirigir 26 centros culturales y otros muchos deportivos y terapéuticos.

El 'Chelsea ruso'

Su último hito ha sido llegar al deporte rey: el fútbol. Gazprom financia un equipo ruso que se llama Zenit de San Petersburgo, pero se conoce como el Chelsea ruso. El pasado año ganó la Copa de la Uefa y este año compite con el Real Madrid en La Campions League.

En cuanto al negocio de la matriz, la artillería de Gazprom se expande por toda Europa. En concreto, Rusia abastece una cuarta parte de las necesidades de gas de Europa. Tanto, que incluso la Comisión Europea ha lanzado un conjunto de medidas para reducir la "excesiva" dependencia del Viejo Continente.

Las cifras hablan por sí solas. Es una de las tres mayores compañías energéticas del mundo por capitalización bursátil, junto con ExxonMobil y PetroChina y cuenta con más de 430.000 empleados. Los planes de futuro de la compañía pasan por extender su producción de gas en zonas estratégicas del Extremo Oriente, Siberia Oriental y en los Mares Árticos. El volumen anual de inversiones de Gazprom es de entre 10.000 y 11.000 millones de dólares.

En definitiva, este gigante del petróleo no tiene barreras. No hay más que fijarse en su lema: "Los sueños se hacen realidad". Y su sueño ahora es Repsol y de ahí extender sus brazos por toda Europay América Latina.

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