Empresas y finanzas

El capital riesgo relevó a Eugenio Galdón por oponerse siempre a la venta de Ono

Los fondos de capital riesgo que controlan Ono provocaron el relevo de Eugenio Galdón en la presidencia de la compañía debido a las dificultades que el empresario español impuso para la venta del operador de cable. Su rechazo frontal a culminar acuerdos con los posibles pretendientes llegó a inquietar a algunos inversores que, durante meses, consideraron la figura de Galdón como un obstáculo para obtener el retorno de su inversión a través de la venta.

Según explican fuentes relacionadas con la compañía, Galdón repelió todos los acercamientos que los eventuales interesados realizaron sobre la sociedad y esa estrategia de "frontón" no siempre fue compartida con idéntico entusiasmo por los diferentes accionistas extranjeros.

La paciencia de algunos de los inversores estadounidenses se agotó con el agravamiento de la situación financiera. De hecho, según apuntan las fuentes consultadas, "algunas de las propuestas desdeñadas por la cúpula de Ono incluían precios muy alejados de las expectativas de la sociedad, incluso hubo algunos representantes de empresas que ofertaron poco más que la asunción de la deuda acumulada", añaden. Los créditos de 3.600 millones de euros que quitan el sueño al operador tienen su origen en la compra del negocio de cable de Auna, realizada en noviembre de 2005 por un importe de 2.200 millones de euros, cifra a la que se añadía la asunción de una deuda heredada de otros 2.000 millones. De aquello han pasado ahora tres años, plazo que algunos accionistas consideran más que suficiente como para sanear una compañía con vistas a una venta con plusvalías. En este escenario de actuación entra necesariamente en juego la actual crisis económica, ya que rebaja el valor de las sociedades en venta.

Cambio en la estrategia

El Consejo de Administración de Ono justificó el pasado jueves el cambio de rumbo en la compañía por el interés de promover "una importante transición en su estrategia para conseguir una gestión excelente centrada en el marketing y las ventas", según el comunicado que difundió con el nombramiento de José María Castellano como presidente de la compañía.

Fuentes sindicales dudan de que las prioridades de los fondos de capital riesgo se concentren en marketing y ventas, y recuerdan que la mayor incidencia del expediente de regulación de empleo (ERE) abierto en el operador afecta con especial intensidad en el área comercial. Al margen de las futuras salidas laborales, el negociado de ventas ya sufrió el pasado verano los despidos y extinción de contratos de cerca de 400 trabajadores.

El esfuerzo de Galdón por sanear la compañía se refleja en las últimas cuentas del operador, donde la sociedad ha mejorado sus principales ratios de negocio, especialmente el referido al beneficio operativo (ebitda). En el primer semestre del año, un periodo en el que el crecimiento del sector fue casi plano, el ebitda alcanzó los 343 millones, lo que representa un incremento del 11,2 por ciento sobre el mismo dato de referencia del año anterior (?308 millones). Además, el margen de ebitda sobre ingresos alcanza el 42,4 por ciento, superior en 4,4 puntos porcentuales al del mismo período del año anterior. Los esfuerzos por la "mejora constante de la eficiencia y en la venta cruzada de productos a los clientes de cartera", tendrán previsiblemente su continuidad en los próximos resultados trimestrales, que Ono difundirá el 20 de noviembre.

Consulte la información completa en la edición de fin de semana de diario elEconomista.

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