
La futura gestión de Porsche como accionista mayoritario del Grupo Volkswagen potenciará las marcas del consorcio de Wolfsburg y entre ellas, muy especialmente, la española Seat. Así se expresó el presidente de Porsche, Wendelin Wiedeking, en el acto de entrega del premio Protagonistas del Motor 2008 que concede el diario El Mundo.
Wiedeking aseguró que Porsche y Volkswagen apoyarán a Seat "para que sea una marca de éxito" y añadió que la firma española está logrando ya, bajo la gestión de Eric Schmidt, "objetivos increíblemente buenos".
En sus referencias a la marca española mostró su disgusto porque en su presencia en España había podido comprobar que hay muchos coches de marcas extranjeras y que le gustaría que los españoles compraran más Seat. Es más, Wiedeking manifestó su deseo de que hubiera un mayor número de taxis de la marca Seat en las calles de España y "no tantos de marcas extranjeras".
Asimismo, resaltó que en los últimos años Seat ha atravesado "tiempos difíciles", aunque subrayó que en la actualidad cuenta con un "gran equipo", liderado por Erich Schmitt, su presidente. "Seat está en condiciones óptimas para afrontar su futuro", añadió.
Convertirse en el mayor fabricante del mundo
Dentro de las prioridades en la gestión del consorcio Volkswagen, Wideking no ocultó su ambición de convertirse en el fabricante número uno del mundo, al tiempo que aludió a Toyota como su competidor más fuerte.
Sin embargo, no se marcó plazos para la consecución de este reto porque entiende que se hará con una mezcla de "tranquilidad y coraje", con una visión a largo plazo del negocio que, varias veces, citó como una de las grandes razones del actual éxito de Porsche, un fabricante pequeño que es el más rentable del mundo.
Wiedeking fue también taxativo cuando afirmó que la operación con Volkswagen será una unión entre marcas y nunca una fusión y que el objetivo prioritario es "formar una alianza a largo plazo que pueda sostenerse en el mercado". Pese a la reiterada implicación de Porsche en la gestión de Volkswagen, un objetivo que se ha expuesto con claridad desde el principio del proceso, Wiedeking precisó que "Porsche siempre será Porsche".
"Porsche más Volkswagen quieren situarse en lo más alto a nivel mundial", afirmó, al tiempo, que señaló que al asegurarse esta participación del 75% en el grupo de Wolfsburg, su empresa ha impedido que Volkswagen fuera adquirida por algún hedge fund, lo que hubiera provocado que la empresa hubiera sido "troceada".
"La estrategia de participación en Volkswagen tiene sentido a largo plazo. Porsche ha asegurado que el grupo de Wolfsburg no pueda ser comprado de forma hostil", añadió el presidente de la firma de coches deportivos, al tiempo que recalcó que Porsche no se ha fusionará con la corporación que preside Martin Winterkorn.
Independencia de Porsche
En este contexto, el presidente de Porsche fijó posiciones como que la marca deportiva de Stuttgart nunca producirá coches pequeños, pues "sería perder nuestra identidad de marca y nuestra característica de siempre como fabricantes de nicho".
Asimismo, resaltó que la intención de Porsche es hacerse con el control de Volkswagen lo antes posible, por lo que se mostró contrario a la existencia de la denominada Ley Volkswagen, por la que el Estado alemán de Baja Sajonia mantiene su derecho de veto, a pesar de que su participación se limita al 20,1%.
"No hay una 'ley BMW' y ahora el Estado de Baja Sajonia impide que Porsche tome el control de Volkswagen. Siempre hemos sabido luchar con el viento en contra", aseveró.