Madrid, 10 oct (EFECOM).- El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, auguró hoy que la economía crecerá algo más que el 3,5 por ciento registrado el año pasado, y aunque estimó una "ligera desaceleración" en 2007, valoró que ya se haya iniciado un "reequilibrio" en el patrón de crecimiento.
En la que fue su primera comparecencia en el Congreso tras su nombramiento, Fernández Ordóñez dedicó buena parte de su discurso a valorar la bonanza económica y la creación de empleo en España, aunque reconoció la persistencia de riesgos como el déficit exterior o la inflación, y reclamó un mayor esfuerzo en las políticas estructurales para que el crecimiento se sostenga a medio plazo.
El discurso del nuevo gobernador fue calificado de "atenuado" por el principal grupo de la oposición, el PP, que lamentó que el ex secretario de Estado de Hacienda no utilizase la "crudeza" adecuada al referirse a algunas cuestiones o al analizar la gestión del Gobierno, según el portavoz popular, Miguel Arias Cañete.
Fernández Ordóñez pidió en su intervención que no se dramatice sobre la situación económica de las familias españolas y apuntó que los hogares que están endeudados son "una minoría" -el 40 por ciento-, aunque reconoció que se trata de un tema "importante", especialmente para los jóvenes, que en su mayoría han firmado préstamos de elevada cuantía y merecen, por ello, "toda nuestra atención y preocupación".
En cualquier caso, defendió la política monetaria del Banco Central Europeo, que en su opinión debe seguir subiendo tipos y abandonar el "carácter acomodaticio que todavía mantiene" si se confirman las expectativas actuales de crecimiento de actividad, y para ayudar a la estabilidad de precios en la zona euro.
En el caso de España, las perspectivas de inflación apuntan, según el gobernador, a una "desaceleración de la tasa interanual del IPC", ayudada por el descenso de los precios de la energía, aunque auguró que el "crecimiento promedio terminará siendo superior al de 2005".
Fernández Ordóñez advirtió de que la inflación subyacente -que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos- sigue en tasas "relativamente elevadas", al igual que el diferencial de inflación con la Unión Económica y Monetaria, lo que podría afectar a la "mejora" que ya están registrando las exportaciones.
En su opinión, el dato más relevante de la coyuntura económica es precisamente el "alivio" que se empieza a producir en el sector exterior, con una mejora de las exportaciones impulsada por la recuperación económica de la zona euro y el dinamismo del comercio mundial, que ha reducido la contribución negativa que tenía este aspecto sobre el crecimiento del PIB español.
Todo ello ha ayudo a mejorar el patrón de crecimiento de la economía española, recordó, con un menor peso de la demanda interna y un aumento de la externa.
No obstante, apuntó que dentro de la demanda interna sólo el consumo privado y el público han mostrado cierta desaceleración, mientras la inversión en construcción ha mostrado una "notable fortaleza" y la más productiva, la destinada a bienes de equipo, ha intensificado su ritmo.
Fernández Ordóñez destacó los buenos resultados de la política de estabilidad presupuestaria del Gobierno, si bien consideró que en 2007 se debería lograr un superávit de las administraciones públicas mayor del previsto en los Presupuestos Generales del Estado -del 0,7 por ciento del PIB-, lo que estaría "en consonancia" con la actual situación.
Insistió en que es posible mejorar el saldo positivo de las cuentas públicas calculado para 2007, incluso a pesar de factores que reducirán los ingresos como la reforma fiscal, los menores fondos europeos o "determinados elementos" de la reforma laboral.
Sobre esta última, también consideró necesario "profundizar" en las reformas del mercado de trabajo para evitar que, como ha ocurrido en el pasado, haya "caídas de empleo fuertes" en momentos de menor crecimiento o de recesión.
Fernández Ordóñez aludió también a una vieja reclamación del Ministerio de Economía, del que formó parte hasta marzo pasado: la mayor eficiencia en el gasto público por parte de las Comunidades Autónomas, que siguen siendo en conjunto deficitarias y que gestionan, recordó, el 35 por ciento del total, mientras que el Estado, con superávit, maneja sólo el 20 por ciento. EFECOM
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