
Un fuerte tirón de orejas es el que ha dado el director general de La Caixa, Juan María Nin, a los responsables de su red comercial. El primer ejecutivo de la entidad ha enviado una carta a los ocho directores territoriales que tiene La Caixa en la que se les comunica que se eviten las "descalificaciones a otras entidades" con el objetivo de conseguir nuevos depósitos y ganar cuota de mercado.
Al parecer, la cúpula de La Caixa había detectado que en determinadas oficinas algunos empleados habían utilizado rumores de mercado para poner en duda la solvencia de otras entidades de crédito e insuflar miedo en los clientes con el objetivo de que estos retirasen los fondos y los depositaran en las oficinas de la caja. "Son casos aislados, pero había que erradicarlos para evitar un deterioro de la imagen de La Caixa en el mercado", explicaron fuentes de la entidad.
En su carta, dirigida a los ocho directores territoriales que tiene La Caixa en toda España, Nin asegura que este tipo de prácticas no son lícitas y que hay que eliminarlas de todas las oficinas, ya que suponen una deslealtad con el resto de cajas y bancos que están presentes en el mercado bancario español.
Motivo de sanción
La carta finaliza con un toque de atención a los ocho directores territoriales. El director general les recuerda que, en caso de que se vuelvan a detectar empleados que utilicen las especulaciones sobre la solvencia de otras entidades para conseguir nuevos clientes, será motivo de sanción disciplinaria.
Un portavoz oficial de La Caixa confirmó la existencia de la carta, que se envió a los directores territoriales a través de un correo electrónico hace dos semanas. Según explicó, la misiva "ha sido una iniciativa del director general que demuestra su interés en que las reglas del mercado sean lo más transparentes posibles". Fuentes extraoficiales de la entidad confirmaron la versión del portavoz, "ha sido una iniciativa individual de Nin en un momento en el que el mercado está muy revuelto y empezaban a realizarse algunas acusaciones sin fundamento".
Esas acusaciones sin fundamento tuvieron su momento álgido la semana pasada, cuando la Federación Valenciana de Cajas de Ahorros (integrada por Bancaja, la CAM y Caixa Ontinyent) remitió una carta a los directores de sucursales de los principales bancos y cajas que operan en la Comunidad Valenciana. En esta misiva, la Federación denuncia la "competencia desleal" que, según su criterio, esas entidades financieras han estado realizando en los últimos meses con el propósito de aumentar a su costa el volumen de depósitos.
Malestar generalizado
Las cajas valencianas también han enviado la carta a los principales organismos reguladores: el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de Competencia (CNC).
En su texto, la Federación Valenciana de Cajas de Ahorros asegura que "las entidades financieras valencianas han identificado desde hace unos meses actuaciones concretas manifestadas por clientes que afirman haber sido informados por parte de responsables o empleados de su oficina de la situación económica que atraviesan estas entidades y de la conveniencia de cancelar las posiciones de pasivo mantenidas para que sean transferidas a la suya".
El malestar no se ha producido únicamente en Valencia, ya que otras cajas han expresado sus quejas en las reuniones de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). La caja balear Sa Nostra y algunas cajas catalanas y andaluzas se han sumado a las quejas.