
Una de las grandes incógnitas del Brexit es cómo se comportarán las empresas, en especial el todopoderosos sector financiero londinense, tras el proceso de desconexión. Un río revuelto en el que pugnan por pescar las grandes capitales europeas, -con París, Fráncfort y Madrid a la cabeza- que ven la oportunidad de atraer parte de la actividad o inversión que decida mudarse de la City cuando avance la ruptura, que se activa este miércoles.
En el caso de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la Comunidad de Madrid y el propio Ministerio de Economía llevan meses trabajando para facilitar y reducir los trámites administrativos y poner en valor las ventajas de España como alternativa. En concreto, la CNMV ha desarrollado una batería de medidas dirigidas a garantizar un procedimiento directo de autorización para que las empresas con sede en Reino Unido puedan trasladar su actividad o una parte de ella a nuestro país en un plazo de sólo dos meses. Se trata de un plan exprés, denominado fast-track (vía rápida) dentro del programa Welcome to Spain. En el caso de Madrid, el plazo para trasladar una actividad es incluso inferior a ese periodo, explican fuentes del Gobierno regional.
Welcome to Spain consta de "una primera fase de preautorización de dos semanas de duración y una segunda fase de autorización formal, cuya duración máxima es de dos meses", informa la CNMV. La primera tiene como objetivo ofrecer las facilidades a las entidades para conseguir la autorización formal posterior. La segunda, dar validez a toda la documentación que la ley exige. Para facilitar aún más estos trámites, el supervisor aceptará documentación y trámites previamente validados por los reguladores y entidades de origen.
El esfuerzo por abreviar los plazos es importante para las compañías. Hace unas semanas, en un foro sobre las consecuencias fiscales de la ruptura de Reino Unido con la UE, empresarios y expertos del sector ensalzaron este asunto. El asociado senior de Deloitte Legal, Miguel Prado, apuntó que "muchas empresas de sectores regulados, como el fintech, están aterrizando ya en España". Prado destacó las facilidades ofrecidas. "Constituir un banco en otro país de la UE puede llevar más de año y medio, mientras aquí son meses", concluyó.
También se han elaborado guías para simplificar el procedimiento de autorización de las sociedades de valores, agencias de valores y sociedades gestoras de carteras.
Otro de los puntos fuertes que puede exhibir España, y en especial Madrid, es la fiscalidad. En concreto, la capital ofrece el marco tributario más competitivo dentro de las grandes capitales europeas, sólo por detrás de Dublín. En el caso, por ejemplo, del Impuesto de Sociedades en España es del 25% en contraste con el 38% que ronda en términos efectivos en Alemania o Francia. Eso, unido a la calidad de las infraestructuras (somos el sexto país del mundo mejor equipado, según el Foro Económico Mundial), la oferta de inmuebles disponibles, el tamaño de la economía y el crecimiento del PIB en los últimos meses está haciendo que muchas empresas se planteen España -y, más en concreto, Madrid- frente a otras opciones que parecían a priori mejor situadas, como Fráncfort o París.
Fuentes de la CNMV explican a elEconomista que "las empresas valoran muy positivamente el marco laboral y fiscal español". Por ejemplo, la legislación alemana es más restrictiva, igual que la francesa, explican. "En temas fiscales también estamos bien posicionados, así como en infraestructuras o en personal financiero", añaden.
Interés creciente
Pero más allá de la teoría, cabe preguntarse hasta qué punto se está moviendo la red de negocios de la City. "Se está dando una aceleración del reparto de las instituciones financieras por el Brexit", explican desde el regulador. Eso sí, el impacto será probablemente más limitado de lo que parece porque lo razonable es que Londres conserve buena parte de su músculo financiero. Aun así, el proceso sirve para avanzar en la internacionalización de la CNMV y "ser un regulador bursátil más moderno y atractivo", explican en el regulador.
En un sentido parecido se pronuncian desde el Gobierno presidido por Cristina Cifuentes. "Somos conscientes de que no se va a producir un éxodo de la City, pero sí habrá empresas a las que les interese seguir dentro del mercado europeo", apuntan. Con todo, el resultado final "va a depender mucho de las negociaciones con la UE" y de si la desconexión se lleva a cabo en términos más o menos hostiles.
Otras ventajas
Además de las ya mencionadas, el programa de bienvenida de la CNMV incluye otras facilidades. Ofrece y acepta toda la documentación en inglés, facilidades para acelerar los trámites o un interlocutor único que asesore y guíe a las empresas en todo el proceso.
También se busca dar flexibilidad en la externalización de actividades, por ejemplo los servicios de back office, para facilitar el traslado "siempre que la entidad española no se convierta en un mero depósito vacío y se cumpla con los requisitos establecidos al respecto en la Mifid", señala el supervisor.
En los ámbitos de las políticas de remuneración, creadores de mercado, recuperación y resolución, los únicos requisitos que se exigirá a estas entidades serán los derivados de la legislación europea.
El mercado británico, clave para España
El interés de España en el país anglosajón va mucho más allá del 'Brexit' debido a la estrecha relación comercial entre ambos países. Reino Unido (con 19.153 millones de euros) es un destino prioritario para las exportaciones españolas. La balanza comercial es favorable para España: un 4,1% de todas las importaciones españolas proceden de Reino Unido (11.184 millones de euros).