A Habitat se le acaba el tiempo y sus socios no parecen estar dispuestos a aportar los fondos que la promotora necesita para seguir funcionando: 937 millones de euros, según distintas fuentes financieras. La junta de accionistas que se celebra hoy en Barcelona es esencial para asegurar la supervivencia de la promotora presidida por Bruno Figueras y nadie parece dispuesto a aportar un euro más para que la compañía se antenga a flote.
Hoy se verán las caras el propio Figueras, que suma el 55% de la compañía junto con Josep Suñol, los representantes de Ferrovial, que tienen un 20%, y los socios minoritarios, que controlan el 25 por ciento restante de la compañía. A este último grupo pertenecen el abogado Emilio Cuatrecases, Dolores Ortega, Isak Andic, Emilio Rodés y Construcciones Castro.
Y de todos ellos, ninguno está dispuesto a aportar ni un euro más a la compañía para que se mantenga a flote, según Efe.
Renegociación con los acreedores
En caso de que la promotora no consiga vencer los recelos de sus socios, deberá iniciar una nueva renegociación de la financiación con sus 38 entidades acreedoras, como La Caixa, Barclays, Banesto, Banco Sabadell, BBVA o Cajamar.
Y en caso de no llegar a un acuerdo con la banca para su refinanciación, Habitat se vería obligada a presentar un proceso concursal, el equivalente a la antigua suspensión de pagos.
Ya aguantó una vez
La promotora ya consiguió evitar un concurso de acreedores el pasado mes de febrero cuando logró in extremis un primer acuerdo de refinanciación de su deuda, que asciende a 1.586 millones.
El acuerdo que cerró la compañía entonces establecía que Habitat amortizaría 50 millones de euros del crédito a finales de este año, otros 100 millones en 2010 y que en el año 2014 estaría toda la deuda liquidada. Con estas condiciones consiguió refinanciar la deduda que se había disparado después de la compra de la división inmobiliaria de Ferrovial.
Sin embargo, desde entonces el empeoramiento de la situación en el mercado inmobiliario a lo largo de este año y la pérdida de valor de los activos ha abocado a la compañía a la complicada situación de liquidez y desequilibrio patrimonial que presenta en la actualidad. (Continúa)
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