Empresas y finanzas

ACS: ser el mejor no te libra de los malos tiempos

Los inversores están entendiendo esa recurrente paradoja bursátil que nos recuerda que este es un mundo de expectativas: los beneficios pueden crecer fuertemente y los precios caer fuertemente, y además durante bastante tiempo. Y la respuesta hay que encontrarla, como siempre, en las expectativas. Ni más ni menos. Juéguese con nosotros lo que quiera a que los beneficios de ACS se reducirán en 2.009. ¡Y puede que lo hagan con la bolsa subiendo!

Técnicamente la situación es la que viene manteniendo: bajista pero sin excesos, confirmándose como la constructora más diversificada y probablemente mejor gestionada de nuestro país. No en vano, tiene al frente a toda una leyenda de los negocios en este país al que muchos madridistas aún añoramos.

Con todo, el ciclo y el entorno son más poderosos que las personas, al menos en el corto y medio plazo, por lo que ACS sufre y no es necesariamente lo más razonable pensar que deba dejar dejado de hacerlo. La directriz alcista principal de largo plazo está rota y también la primera zona de gran soporte: o sea, tenemos giro en tendencia como ya anunciaban las diferentes crestas decrecientes desplegadas previamente.

¿Hasta dónde debe mantenerse la purga?

Pues perdido más de un 50 por ciento del proceso alcista previo, la teoría de onda y la base del canal bajista por el que discurre el correctivo señalan más o menos la misma zona: a medio plazo deberían verse precios en niveles de 22 euros antes de que pueda construirse un suelo sostenible en el medio/largo plazo. Superar los 30 euros de forma sostenido antes de que se alcance ese objetivo no debería ser una circunstancia probable si no se produce una figura de vuelta para el mercado de renta variable de forma global.

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