Empresas y finanzas

Buscar piso en alquiler: una auténtica pesadilla

  • Editorial Revista Inmobiliaria
Piso en alquiler

Una auténtica pesadilla. Así se refiere la gente ahora a la aventura de encontrar un piso para vivir como inquilino en los barrios más céntricos de Madrid y Barcelona.

Sótanos interiores, sextos sin ascensor, pisos que necesitan una reforma urgente, o espacios de poco más de 20 metros cuadrados donde, supuestamente, alguien tiene que instalarse con todas sus pertenencias.

Esto es principalmente lo que encontrará si decide buscar piso en ambas ciudades con un presupuesto de unos 850 euros al mes. La situación se está volviendo insostenible para los jóvenes millennials que en caso de no tener pareja o amigos para compartir piso tienen que seguir viviendo en casa de sus padres o asumir que tendrán que buscar casa en barrios más alejados del centro, si no están dispuestos a vivir en ese tipo de viviendas.

La cosa se complica más aún si el susodicho tiene coche y quiere darse el lujo de alquilar un garaje en horario completo. Habría que sumarle entonces otros 150 euros al mes. Con este panorama, a cualquiera se le pasa por la cabeza que quizás sea mejor invertir el dinero en la compra de una vivienda. Pero probablemente el afectado todavía no estará seguro de que esa sea la ciudad en la que quiere vivir el resto de su vida y aunque así sea, seguramente el banco no estará dispuesto a prestarle el dinero para la compra.

La situación se complica por momentos y efectivamente empieza a convertirse en una auténtica pesadilla. Lo más probable es que se descubra a sí mismo arrepintiéndose por no haber alquilado ese piso que descartó el lunes y que hoy, jueves, ya está ocupado por otra persona. Entonces volverá a buscar los pisos que había pasado por alto y apenas quedarán siete opciones. Y es que este es el verdadero problema del alquiler en las grandes ciudades españolas. La falta real de oferta.

En los últimos meses se ha demonizado en exceso a la vivienda vacacional, que tendrá su parte de culpa, pero no puede caer sobre este negocio todo el peso cuando lleva muchos años conviviendo con el alquiler a largo plazo de forma amistosa.

Los precios subieron de media en España un 15,9 por ciento en 2016 hasta alcanzar máximos históricos y esto es así porque cada vez hay más gente que apuesta por el alquiler como un modelo de vida. Nuestro país no estaba preparado para asumir este cambio de tendencia y por ello la Administración debería apresurarse para agilizar el alquiler social y regular para fomentar la construcción de viviendas destinadas al alquiler.

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