El presidente de Mutua representará el 2,13% del banco que tiene la aseguradora
Ignacio Garralda se incorpora al consejo de administración de CaixaBank, en calidad de vocal dominical y en representación del 2,13 por ciento que Mutua Madrileña atesora en el banco y que le convierte en su segundo mayor accionista después del 40 por ciento en manos de la Fundación LaCaixa. Su nombramiento será propuesto en la junta de accionistas que celebrará el banco el 7 de abril para cubrir la vacante dejada por la Fundación Bancaria Caja Navarra el 27 de octubre.
La incorporación es natural después de que Mutua invirtiese cerca de 280 millones en la compra de participación, pero supone un paso histórico en la aseguradora, cuya exposición a la renta variable es limitada y, por tanto, no ocupa asientos en otros consejos. La oportunidad se ofreció cuando CaixaBank enajenó el 9,9 por ciento de su autocartera para financiar la toma de control del portugués BPI, operación donde el también socio estratégico del banco Carlos Slim adquirió un 0,76 por ciento del capital.
Para Mutua es una atractiva oportunidad de inversión financiera a largo plazo, ya que ofrece una rentabilidad por dividendo próxima al 6 por ciento y con la que espera sumar más de 16 millones en resultados cada año. Según detalló ayer Caixabank, la incorporación de Garralda (Madrid, 1951), enriquece la experiencia de su órgano de administración y "facilitará un mayor desarrollo de su alianza estratégica".
Cuando Garralda asumió la presidencia de Mutua el grupo estaba casi recluído al nicho de autos en Madrid. En 2011 se asoció con La Caixa en No Vida y con SegurCaixa Adeslas ha cuadriplicado la cartera de clientes desde entonces, multiplicado ingresos por tres y diversificado negocio. En mayo se abrió además a la internacionalización, con la compra del 40 por ciento del chileno BCI que elevará al 60.
El nombramiento, sujeto a la preceptiva verificación del BCE y que ocupará durante cuatro años, se decide tras aprobar el consejo un protocolo "específico de actuaciones dirigido a impedir toda posibilidad real y potencial de daño para Caixabank", explicó el banco. Esta cláusula cautelar la adopta al ser Mutua Madrileña competidor en algunas áreas de seguros, si bien el banco refiere que dicha rivalidad es escasa y el riesgo nulo o mínimo.
