Viena, 6 oct (EFECOM).- El empresario Friedrich Karl Flick, considerado el hombre más rico de Austria y conocido además por haber estado en el centro del mayor escándalo de financiación de los partidos políticos en Alemania, falleció hoy a la edad de 79 años.
El industrial murió por "una grave enfermedad" en Carintia, región del sur de Austria, en su lujosa villa a la orilla del lago Woerther, según declaró su administrador, Jorg-Andreas Lohr, a la radio pública ORF.
La fortuna personal de Friedrich Karl Flick ascendía a más de 6.000 millones de euros, según la revista económica austríaca Trend, lo que le colocaba entre los 50 hombres más ricos del mundo.
Para Forbes, su patrimonio alcanzaba los 6.100 millones de dólares (4.800 millones de euros), que heredará su familia, formada por su mujer Ingrid y sus cuatro hijos.
Flick, que nació en Alemania pero obtuvo la nacionalidad austríaca en 1958 y vivía en el país alpino desde 1994, fue hijo de Friedrich Flick, uno de los principales industriales del armamento del Tercer Reich.
Tras el final de la II Guerra Mundial, fue condenado por los aliados en los juicios de Nuremberg a siete años de cárcel, de los que cumplió tres; y entre los motivos de la condena se encontraba haber utilizado la mano de obra de prisioneros judíos durante la guerra, sometidos a trabajos forzados en sus factorías.
Friedrich Karl Flick era el descendiente de una dinastía de empresarios que englobaba el acero, el carbón y la industria de automoción, pero en lugar de proseguir con la tradición familiar, al morir su padre en 1972 vendió de forma progresiva sus posesiones por miles de millones.
En 1984 su emporio industrial tenía en nómina a 43.000 empleados y un volumen de venta de 22.000 millones de marcos (unos 11.000 millones de euros), un año después, vendió todo por alrededor de 5,4 millones de marcos al Deutsche Bank y se retiró a Austria.
Sin embargo, por lo que sería conocido es por la trama de financiación de los partidos políticos alemanes en el que se vio envuelto en la década de 1980 y que es considerado el mayor escándalo político en Alemania en la época de postguerra.
El multimillonario realizó donaciones a las formaciones políticas, incluida la democristiana del CDU del entonces canciller Helmut Kohl, a cambio de favores fiscales.
Con los años se supo que Flick había pagado a la Unión Cristianodemócrata-Unión Social Cristiana (CDU-CSU) 15 millones de marcos, al Partido Liberal (FDP), 6,5 millones de marcos, y al Partido Socialdemócrata, 4,3 millones.
Gracias a estos pasos por caja, el industrial pudo cobrar 1.900 millones del Deutsche Bank por la venta de su participación en el constructor automovilístico Daimler Benz sin pagar ni un céntimo al fisco, hechos que tras salir a la luz provocaron la posterior dimisión del ministro alemán de Economía, Otto Lambsdorff.
A pesar de que la presión política sobre el canciller Kohl aumento, el ex canciller alemán pudo salir adelante debido a que una investigación parlamentaria concluyó que no existían pruebas suficientes contra él. EFECOM
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