Empresas y finanzas

Bancaja y CAM, una boda sin oficiante

Ni con crisis, ni sin ella. El camino a una posible fusión entre las dos cajas líderes valencianas, Bancaja y la Caja Mediterráneo (CAM), no está despejado. Contra la misma piedra choca una y otra vez, porque suman ya varias intentonas, cualquier operación para dar forma a un único grupo regional que, vía dimensión, tenga mayor capacidad de influencia en el sistema financiero y en instancias estratégicas de la economía española.

Y esa piedra no es otra que el rechazo de la sociedad alicantina a un proyecto en el que considera que se juega su particular parcela de poder frente a Valencia, donde tienen sus sedes los protagonistas más fuertes en la operación: Bancaja y el propio Gobierno autonómico de la Generalitat valenciana.

Rechazo generalizado

A las voces que en los últimos días se han alzado vaticinando fusiones como vía de escape a la actual crisis, las respuestas de los protagonistas en la Comunidad Valenciana siguen siendo, hoy por hoy, negativas. Las cúpulas de ambas cajas así se han manifestado ya. El presidente de la CAM, Vicente Sala, fue la pasada semana tajante al afirmar que "no hay nada de nada. Son rumores" cuando fue preguntado por la posible fusión con Bancaja.

Del proyecto se ha desmarcado también el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, defensor de la operación en su etapa en la Generalitat donde ocupó la Consellería de Economía y, más tarde la presidencia, entre la etapa de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. Olivas, sin embargo, incidió en el matiz de que las dificultades financieras no propiciarán las fusiones. "No hay ninguna entidad financiera que necesite en estos momentos una fusión por su situación", ha declarado Olivas.

Pero el rechazo a la fusión se ha extendido también a otras capas implicadas en el proceso. En ese sentido, aunque con distinta rotundidad, han ido también las manifestaciones de los máximos representantes de UGT y CCOO en la Comunidad Valenciana. El líder ugetista, Rafael Recuenco, calificó de "negativa rotunda" la posición de su organización a la integración. Desde CCOO, Joan Sifre ha anunciado una actitud "especialmente vigilante". Pero es en el entramado empresarial donde más se refleja la disparidad de criterios.

Los máximos representantes del empresariado alicantino han mostrado a las claras su oposición a la fusión y a favor de mantener la independencia de la CAM. "Va a ser que no", afirmaba el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela, en relación a la posible fusión. Sin embargo, la corriente de opinión es contraria entre los empresarios de Valencia, aunque más tímida en su expresión, en un intento de no abrir heridas.

A la espera de la Generalitat

Quien en el debate actual todavía no ha dado un paso adelante es la Generalitat Valenciana, que en el fondo es la responsable de poner la música a un posible baile de fusiones en el mercado valenciano. Eso, a pesar de que ha sido el presidente de la Comisión de Economía del Alto Consejo Consultivo de la Generalitat, el ex ministro Jaime Lamo de Espinosa, quien primero lanzó el globo sonda de la oportunidad de una fusión en estos momentos entre Bancaja y CAM.

El Gobierno de Francisco Camps debe medir de nuevo sus fuerzas en el territorio alicantino antes de dar aliento y apoyo a la operación. En el pasado ya lo hizo y ganó la no fusión. Sólo dos meses después de asumir la presidencia regional en mayo de 2003, Camps se reunió por separado el mismo día con el presidente de Bancaja, entonces Julio de Miguel, y con el de la CAM, Vicente Sala.

Ese día, el presidente valenciano quiso "disipar dudas" y descartó la fusión, aunque con la ambigua coletilla del "por ahora". Camps, necesitado de la simpatía de Alicante, alabó entonces el camino por separado de las dos cajas, al afirmar que se había llegado "al convencimiento de que es lo mejor". No es necesario remontarse tan atrás para dar con la posición de Camps, que a finales de 2007 destacaba en una entrevista: "No fusionar CAM y Bancaja es una de las apuestas políticas de las que más feliz me siento".

El presidente valenciano, sin embargo, acaba de salir este fin de semana con su liderazgo reforzado del congreso regional del PP, en el que ha sido más que aclamado con el 98% de los votos. Falta por ver, sin embargo, que esa mayor fuerza esté a prueba de un proyecto en el que la sensibilidad alicantina está a flor de piel.

Las cifras de dos pertendientes con distinta dote

Pequeños grandes pasos en el ranking sectorial.

La frustración de Zaplana...

Sin fuerzas nacionalistas con representación en el hemiciclo valenciano, al otro lado de la bancada del PP y su mayoría absoluta, se sienta un todavía débil PSPV-PSOE, que se ha venido caracterizando por su indefinición en cuestiones estratégicas de la Comunidad Valenciana. Pendiente también queda la posición del nuevo líder Jorge Alarte en relación con la fusión o no de las cajas. En cualquier caso, el PP y el PSOE valencianos han dado muestras ya en el pasado de su capacidad de llegar a acuerdos.

El efecto más mediático del rechazo de Camps a la fusión fue el giro que supuso respecto a la que había sido una de las grandes apuestas políticas de su antecesor Eduardo Zaplana, nada más llegar a la presidencia de la Generalitat en 1995. El ex ministro y ahora delegado de Telefónica para Europa logró sacar adelante, sólo dos años después, una modificación de la legislación autonómica de cajas de ahorro, destinada a allanar el camino a la fusión entre las dos competidoras locales.

Pero ahí se quedó el intento. Y eso, a pesar del fuerte predicamento que Zaplana tenía en Alicante, tras llegar a la presidencia autonómica desde la alcaldía de Benidorm. La pretendida salida digna a la fracasada fusión fue la creación de una corporación conjunta, participada al 50% por cada caja, y llamada a ser el brazo inversor de la Comunidad Valenciana en empresas de sectores estratégicos. Pero la falta de convencimiento de las cajas ha hecho que esa sociedad, todavía existente, esté prácticamente inactiva.

...Y de Lerma, también

En cualquier caso, llovía sobre mojado. El sueño de Zaplana, vinculado a esa expresión del "poder valenciano" acuñada en su mandato, tuvo ya un precedente en el anterior Gobierno del socialista Joan Lerma al frente de la Generalitat. Al proyecto se dedicó también su equipo, capitaneado por el, en ese momento, conseller de Economía, Antoni Birlanga. Del fracaso socialista en la fusión nació también un proyecto común entre las cajas, la Corporación Financiera del Mediterráneo, sin más éxito que su sucesora.

Entre tropezón y tropezón, las dos cajas recrudecieron su competencia para ganar fuerza ante una posible e inaplazable fusión. Una prueba fue la dura competencia por la compra de redes de bancos extranjeros, a finales de los 90, con agresivas pujas entre ellas. Bancaja y CAM, además, han protagonizado en los últimos años un intenso crecimiento cruzado de la red en sus respectivos feudos: Bancaja en Alicante, y la CAM en Valencia.

El resultado ha sido un fuerte solapamiento de la red en el mercado valenciano. Una fusión de ambas cajas situaría a la entidad resultante detrás del 51,8% de las oficinas que las cajas de ahorros tienen en Alicante; del 47,9, en Castellón; y del 42,8%, en el caso de Valencia.

Conocidas las dificultades de una fusión íntegramente valenciana, las posturas han sido siempre más flexibles cuando el debate se ha centrado en las interregionales, aunque siempre se ha quedado en el plano teórico. Eso sí, con nombres en circulación como los de Ibercaja o Cajamurcia. Lo único probado, hasta ahora, es que el coste político ha ganado la batalla a las oportunidades de una fusión como las economías de escala o, simplemente, la consolidación en los puestos de cabeza del sector.

Pero en el mapa local de cajas está también Caixa Ontinyent, un pellizco de 1.755 millones en volumen de negocio hasta junio, con un beneficio de 3,6 millones, el 1,9% más, y una red de 45 oficinas en Valencia. De similar dimensión era Caixa Carlet, que terminó absorbida en una operación doméstica por Bancaja, tras la inspección del Banco de España.

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