"Saborea la alegría que nace del trabajo"
Henry Walsworth Longfellow
Por razones profesionales he tenido la dicha de conocer de cerca la evolución de dos proyectos empresariales, la agencia de medios Arena Media y el restaurante El Bulli, y a sus dos impulsores, David Colomer y Ferran Adrià.
Aparentemente son iniciativas y personas muy distintas, pero para mi sorpresa he encontrado muchas coincidencias en la forma de pensar y de trabajar de David y Ferran y en los modelos de gestión de Arena Media y El Bulli.
¿Qué tienen en común estas empresas y estos líderes? ¿Qué elementos de sus modelos de gestión pueden servir de referente para otras empresas? ¿Qué es lo que hace que estas empresas brillen y otras no?
Las agencias de medios publicitarios y la alta restauración tienen en común la apremiante necesidad de atraer e impulsar el talento, la íntima conexión con el cliente-persona, la correcta combinación de "magia y lógica" así como la creatividad de sus equipos al nivel más alto.
¿Y qué empresa hoy en día no ha de ganar batallas similares? La economía, la sociedad, los consumidores se están digitalizando, y esto obliga a las empresas a transformarse activando al máximo el potencial de innovación y creatividad en sus equipos humanos.
¿Cómo piensan y trabajan David y Ferran? ¿Qué tienen en común Arena Media y El Bulli?
Sintetizando, son al menos 10 las similitudes entre nuestros protagonistas y sus empresas que creo que pueden ser útiles para la mayoría de empresas:
1. Se cuestionan todo. "Crear no es copiar", en palabras de Ferran. A David le he visto utilizar muchas veces con su equipo el "¿Y si??". El conformismo es el inicio de la decadencia y por ello ha de ser combatido por los líderes. El inconformismo de preguntarse "¿Cuánto mejor podemos hacer lo que hacemos?" es clave para innovar. Ambos se cuestionan permanentemente, valientemente, las ideas preconcebidas y los hábitos en sus respectivos sectores. Cuestionándose los límites preconcebidos se pueden conseguir mejoras increíbles.
2. Tienen una forma distinta y sugerente de entender la vida profesional que la reflejan en la personalidad de sus marcas. Ambos entienden su trabajo como una vocación en la que técnica y pasión han de ir de la mano y han de ser compartidas por el equipo. El resultado: una marca en sus empresas que denota autenticidad, y que es sentida por los clientes, proveedores y empleados como única y deseada para establecer una relación de largo plazo con todos ellos.
3. Son incorruptibles. No se les compra, ni se prostituyen profesionalmente por dinero. Ferran cuenta cómo le han ofrecido millonadas por ir a cocinar a casa de algún rico o por reservar el restaurante para algún grupo. Su respuesta es que él no cocina para millonarios sino para gente sensible. A David le he visto renunciar a puestos muy bien remunerados cuando sentía que el contexto en el que tendría que ejercer sus responsabilidades no coincidía con sus valores, así como le he escuchado decir muchas veces: "Aquí ni se cobra ni se paga a nadie por un contrato".
4. Su presencia hace mejor a los demás. Y esa mejora perdura aún en su ausencia. Los dos tienen el don de desarrollar hábitos de trabajo extraordinarios en sus equipos. Y lo hacen inspirando, creando complicidades, rezumando entusiasmo, enseñando, y logrando la disciplina propia de los buenos profesionales. En definitiva, creando una cultura única y magnética. La gente sigue a quien toma decisiones con valentía y criterio. El caso de Ferran es paradigmático. Más de la mitad de los mejores chefs del mundo han aprendido el oficio con él. David ha conseguido que Arena siga liderando su sector... aún en su ausencia, tras ser trasladado a Londres.
5. Motivan para que la creatividad sea extrema. Y lo hacen creando un contexto exigente y dando herramientas. Ferran obligaba a cambiar todos los platos de su carta de una temporada a otra. Con independencia del éxito que pudieran tener esos platos. También compraba tiempo para la creatividad "cerrando" el restaurante medio año para poder viajar y estudiar. En sus palabras, "para mirar hacia fuera". Ambos creen en la fecundidad de explorar las fronteras comunes entre las disciplinas cercanas a su profesión.
6. Crean ambientes de trabajo que generan compromiso. Quizá se deba al magnetismo personal de ambos, o a su ojo para rodearse de personas especiales, los mejores en sus campos. Mi olfato me dice que se debe también a su alegría vital y a su fino entendimiento del género humano, así como de la importancia de la reciprocidad, del agradecimiento, todo ello para generar confianza y valor. Son capaces como pocos de alinear intereses y poner a la empresa al servicio de las personas.
7. Atraen un talento joven de gran calidad. Han hecho de sus negocios un imán atrayente. Tienen fe ciega en las personas y las hacen crecer y desarrollar todo su potencial. Se entienden bien con los millennials que saben que su estancia con ellos es una escuela de profesionalidad, un ticket para una buena carrera y un entendimiento de la vida más noble, próspera e inteligente. Ambos se rodean de los mejores profesionales y confían plenamente en ellos. Lo que ambos hacen de forma excelente es formar grandes equipos, conscientes de que el verdadero éxito se consigue con un buen grupo de personas comprometidas alrededor de una misma visión y una arrolladora pasión por llevarla a cabo.
8. Lideran con su ejemplo diario. No sólo por ser los primeros en llegar y los últimos en irse. Pese a su éxito no han sido pasto de la enfermedad del poder, mantienen una vida austera, sencilla; son generosos y se les ve agradecidos por lo mucho que han recibido de la vida, y viven para abonar los talentos cercanos y por mejorar el "retorno en la vida". Viven en contacto cotidiano con la realidad que les rodea, escuchando, aprendiendo, cuestionando.
9. Ganan las batallas interiores del liderazgo. Steve Jobs decía que cambiaría toda su tecnología por estar una tarde con Sócrates. Pues bien, Sócrates ya advirtió que las verdaderas batallas de la vida se libran en nuestro interior. Ambos son personas que se nota que están bien consigo mismo, que saben lo que quieren, y que transitan el viaje de la vida con confianza en sí mismos y en los suyos, así como con emociones positivas intensas. El entusiasmo es contagioso especialmente en entornos desafiantes demostrando una gran "capacidad de querer" y un liderazgo que deja huella.
10. Crean productos y servicios extraordinarios, con visión de futuro y capacidad de ejecución en el presente, que son galardonados en su industria. Ferran consiguió para El Bulli rankings increíbles en las revistas especializadas. Arena ha vuelto a ser galardona hace unos días, en el marco del Teatro Real de Madrid, frente a más de 1500 profesionales, como Agencia del Año 2016 en España por la Asociación Española de Anunciantes... por tercera vez en 7 años.
Detrás de la historia exitosa de Arena Media y El Bulli hay dos individuos extraordinarios, que saben ejercer un liderazgo conscientes de su potencial y de su fragilidad humana, creando un equipo cohesionado y apasionado. Llevan años realizando la travesía de la vida con un señorío en el que se dan la mano la inteligencia y la bondad.
Su personalidad y su trabajo son dos ejemplos a imitar. Ejemplos porque han sido capaces de dotar de alma a sus negocios y de magia a los que les rodean, y ellos lo saben: éste es su verdadero secreto.
Como dijo Sir Richard Branson: "I don´t think of work as work and play as play. It´s all living".
Luis Huete, Profesor de IESE Business School