La sanción impuesta por la comisión Europea apenas sería una gota en el océano de liquidez que posee Apple, suponiendo un 10 por ciento de la caja que la firma tecnológica acumulará en este año y que, según las previsiones de FactSet, superará los 132.000 millones de euros. De cara al próximo trienio, Apple contará con una tesorería un 37 por ciento mayor que ahora, superando los 180.000 millones de euros en 2018.
Un crecimiento que viene a pesar de que desde hace cuatro años Apple empleara parte de su crecimiento en pagar dividendo. En 2012, tras un año en el cargo, Tim Cook, decidió recompensar a sus inversores mediante un pago regular de dividendo y multimillonarias recompras de títulos propios. Esto, a pesar de la tradición de las tecnológicas de guardar su crecimiento. "Apple ha gastado 110.000 millones de dólares en la recompra de acciones y 43.000 millones de dólares en dividendos" desde entonces, "una política que, obviamente, no está funcionando", considera Trip Chowdhry, analista de Global Equities Research. Para este 2016, Apple pagará 2,11 dólares por título a sus accionistas.
Pero como todo en la vida, nada dura para siempre y el reinado de Apple puede tener fecha de caducidad. Alphabet, la quinta compañía con más caja, actualmente amenaza con robarle el liderazgo a Apple en este sentido.
Si desde 2010 la tesorería de Alphabet se ha duplicado, la de Apple ha llegado a multiplicarse por tres. Sin embargo, el ritmo de crecimiento para los siguientes años es muy diferente. Hasta 2018, la matriz de Google crecerá de media casi un 25 por ciento cada año, mientras que el aumento de la caja de la compañía de la manzana será de un 16 por ciento interanual en los tres años próximos. Si el ritmo de crecimiento previsto para los próximos tres años se mantiene, Alphabet lograría acumular más caja que Apple en menos de una década.
Pero no sólo eso. La cifra impuesta por la Comisión Europea supondrá para Apple el 30 por ciento de sus ganancias para este 2016, estimadas en más de 40.700 millones de euros. Con más del 60 por ciento de sus ventas dependientes del iPhone, los beneficios de Apple registraron en el primer semestre de este 2016 caídas por primera vez. A la espera de conocer cómo será el nuevo modelo, que previsiblemente se presentará el próximo día 7 de septiembre, el buque insignia de Apple representa ahora mismo una de sus mayores debilidades. Y es que, el gigante tecnológico parece haberse estancado, ya que desde el fallecimiento de su fundador, Steve Jobs en 2011, no ha presentado prácticamente ningún producto realmente innovador.
El director financiero de la compañía, Luca Maestri, insiste en que Apple va a mantenerse "muy activa en el mercado de deuda con el fin de financiar las actividades de retorno de capital", a la vez que reconoce que 2016 será el primer ejercicio en que los ingresos no crecerán respecto al año anterior. El consenso de mercado está de acuerdo y considera que en el presente ejercicio sus ganancias se reducirán un 14,7 por ciento.
Sin embargo, las previsiones de los analistas para el próximo trienio son más optimistas y consideran que el crecimiento de los beneficios de Apple continuará. De aquí a 2018, sus ganancias aumentarán en torno a un 10 por ciento, hasta situarse cerca de la barrera de los 45.000 millones de euros en el siguiente trienio.
Un informe de Bloomberg refleja que en los próximos años "es más probable que el mercado de teléfonos inteligentes desacelere" y que los ingresos por las ventas de iPhone "disminuyan durante los próximos 5 trimestres". "La demanda premium de teléfonos inteligentes se ralentizó en el segundo trimestre a medida que los consumidores esperan los lanzamientos de nuevos modelos en la segunda mitad del año", justifica Anshul Gupta, director de análisis de Gartner.
Pero las previsiones esperan que el lanzamiento del iPhone 7 cambie el rumbo de los beneficios de la firma. "Apple es una compañía de ciclos y el suyo es el iPhone", explica Jim Kelleher, analista de Argus Research.
El mercado apenas reacciona y sus títulos caen un 1%
Las acciones de Apple apenas se vieron afectadas en la sesión del martes. Aunque retrocedieron en la apertura del mercado un 1,24 por ciento, desde los 106,82 euros en los que cerró la sesión el lunes, las caídas se matizaron a los pocos minutos y al cierre Apple descendía algo más de un 1 por ciento. Algo que ha hecho que la tecnológica lograra mantenerse en positivo en 2016. Sus acciones se revalorizan algo más de un 0,7 por ciento en el cómputo anual.
La decisión de la Comisión Europea tampoco ha modificado la confianza que el mercado tiene en la firma de la manzana. Ninguna casa de análisis modificó en la jornada de ayer su recomendación sobre las acciones de Apple, manteniendo así el consejo de compra que la estadounidense tiene desde 2011.
Es más, hasta ocho analistas reafirmaron tanto su recomendación como su precio objetivo, que se mantiene de media en los 123,76 dólares, a un 17 por ciento del precio en el que cotizan ahora sus títulos, los 105,7 dólares.
Un potencial que, de agotarlo, pondría las acciones de Apple en máximos del año y que, sin embargo, no lograrían marcar nuevos máximos históricos. Desde que lo hicieran en febrero de 2015, la firma ha caído en bolsa un 20 por ciento.
Apple acumuló este martes cinco sesiones consecutivas en rojo, aunque logra mantenerse por encima de los 100 dólares, una barrera que traspasó a finales del pasado mes de julio.
Desde el punto de vista técnico, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader cree que Apple "está sentando las bases para la reanudación de su tendencia alcista". "A corto plazo no nos sorprendería ver una vuela atrás hacia el entorno de los 99,40 dólares, lo que sería una oportunidad para buscar una incorporación en sus títulos", añade Cabrero al tiempo que afirma que "para aquellos inversores que ya estén posicionados, mantendríamos mientras no pierda los 96,40 dólares".
La tecnológica "tiene un carácter cíclico y el precio de sus acciones depende de la presentación de sus nuevos productos", apunta Bloomberg.