
El grupo bancario belga-holandés, que ha nombrado nuevo consejero delegado para apaciguar los ánimos, quiere deshacerse de parte de sus activos para escapar de la actual crisis de liquidez, cuyos efectos está sintiendo con especial rigor. "Las actividades de las que nos despojaremos están localizadas dentro y fuera de Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Los estimados totales son entre 5.000 y 10.000 millones de euros", dijo el banco. Comunicado oficial de Fortis.
"Se ha decidido vender una amplia gama de actividades", señaló Fortis.
El gobierno belga indicó que vigilaba de cerca el tema poco antes del anuncio de Fortis. El ministro de Finanzas, Didier Reynders, se encuentra "en contacto permanente con el (supervisor del sector financiero) CBFA y el Banco Nacional de Bélgica a raíz de las dificultades de Fortis, indicó su portavoz.
"Por el momento, seguimos el caso de muy cerca", indicó a la AFP una portavoz de CBFA, el organismo belga de vigilancia del sector financiero.
Se confirman las noticias
Según el diario económico LesEchos, Fortis sólo tiene un "tabú" en estos planes de venta: su negocio en Bélgica y Holanda, que representa más del 70% de su negocio.
Le Soir también descartaba operaciones que afectaran al núcleo histórico de la entidad, ya que asegura que el banco buscaba ceder activos por entre 5.000 y 10.000 millones de euros y apunta, en concreto, a su división en Turquía (el antiguo Disbank).
Los medios flamencos señalaban, por su parte, que Fortis planeaba incluso deshacerse de alguna de sus filiales belgas.
En un nuevo intento por transmitir tranquilidad a los accionistas y clientes, el consejero delegado del banco, Herman Verwilst, negó hoy, en declaraciones a la radiotelevisión pública francófona, cualquier plan de venta de activos.