La consultora Medina Cuadros Internacional es fruto de una amistad y un compromiso compartido: ayudar a empresas de España y México a dar el salto -con éxito- a la otra orilla del Atlántico. Nace en 2016 de la colaboración del despacho de abogados Medina Cuadros, creado hace casi 40 años por Manuel Medina y MSA Promotores Internacionales, liderada por el empresario y ex alto cargo mexicano Andrés Massieu Berlanga. Medina es también escritor: presenta este año un poemario y prepara un libro, su decimocuarto, sobre la crisis.
¿Por qué y cómo nace MC Internacional? ¿Qué aporta de nuevo?
A. M.: MC y MSA realizábamos actividades similares. Empezamos a trabajar juntos con otro despacho de Hong Kong y decidimos formalizar la relación para presentarnos con una sola imagen, como socios. En nuestra estrategia, quien toma la decisión de ir es el empresario, pero después de haber estado ahí, de haber conocido el mercado y hablado con sus interlocutores. Como MC Internacional, tenemos la capacidad de generar un buen lobbying, una buena relación y de ponerlos en contacto con grandes empresas. La trayectoria de Manuel, con la cantidad de personas que conoce, nos permite abrir mucho más el horizonte.
¿Mantienen la conexión con Asia?
A. M.: Sí, la alianza con Hong Kong sigue vigente y creo que se va a reforzar. Tenemos 25 ó 30 clientes recurrentes que importan productos chinos para llevarlos a México. Nuestra oficina en China les blinda la operación: verifica todo el proceso, hace contratos de common law, con vigencia internacional, acompaña en visitas a proveedores y recoge la información de ferias, etc.
¿Se ha notado la crisis en el número de empresas que han buscado negocio fuera?
A. M.: Cuando empezamos, en 2013, había un ambiente muy pesimista en España, la situación era mucho más complicada que ahora. Nuestros primeros clientes fueron pymes que no habían tenido la capacidad ni la necesidad de salir. Conforme fue mejorando la situación, comenzamos a tener como clientes a grandes empresas, al ver el éxito que habíamos obtenido con las pequeñas.
¿Por qué ir a México?
A. M.: En estos tres años, en México ha habido un cambio fundamental por las reformas estructurales. Esto ha mejorado el ambiente de tal suerte que en este primer trienio llevamos más de 100.000 millones de dólares de inversión extranjera directa. La reforma energética ha abierto a particulares la exploración y explotación del petróleo, y la generación y conducción de electricidad mediante gasoductos. España tiene gran experiencia en estos sectores y varias empresas españolas se han asociado con mexicanos para construir estos gasoductos. México firmó el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, por el que nos comprometimos a tener un porcentaje alto de energías renovables, y ahí España es número uno.
M. M.: Nosotros llevamos 6-7 años en México porque la proyección estaba allí. Compartimos el idioma, y es un país joven: la media de edad es 27 años y el 50 por ciento de la población tiene menos de 45. Vimos que en el sector de infraestructuras y en el sistema agroalimentario, hay muchas cosas que hacer. Cuando empezamos a ir con frecuencia a México nos dimos cuenta de que el país no es lo que imaginábamos, sino mucho más.
¿Son irreversibles estas reformas?
A. M.: Para lograr cambios constitucionales se necesita concertación en las cámaras y desde el año 1997 no ha habido mayorías naturales... Veo muy difícil que las reformas se echen para atrás. También porque la gente está viendo los beneficios: menor factura telefónica, luz, gas, la gasolina no ha subido, etc. Pero en política no hay nada imposible.
Como mexicano, ¿le inquieta el auge de Donald Trump?
A. M.: Preocupa porque ya ganó la nominación y porque los otros candidatos no están llegando a los jóvenes, que están hartos de los políticos y buscan cualquier cosa que sea distinta. Aunque todos los candidatos tienden a ir al centro, preocupa porque si gana es el reflejo de una sociedad que está muy molesta con el establishment.