
La agricultura ecológica vive uno de sus momentos más dulces. Nuestro país no sólo ha vuelto a aumentar en superficie y número de operadores en 2015, sino que ha logrado vencer uno de los impedimentos que lastraban su crecimiento, la escasa demanda interna, y por primera vez el consumo nacional ha crecido al mismo ritmo que la producción. A esto se une el incremento de la demanda en la UE, nuestro principal mercado.
El subdirector general de Calidad Diferenciada y Agricultura Ecológica, Rafael Eloy Bolívar, no oculta su satisfacción al referirse a los datos de 2015, "un año bueno en el que todos los datos han evolucionado positivamente". De ellos, destaca el repunte de la tendencia del consumo en España "uno de nuestros grandes problemas".
En superficie, en el que nuestro país es líder en la UE desde hace siete años con 1,6 millones de hectáreas inscritas a finales de 2014, el pasado año se creció alrededor de un 2 por ciento, una evolución positiva que también se extiende al número de operadores (productores, comercializadores e industria transformadora) -34.891 a finales de 2014-, y a las exportaciones, en donde España consiguió 724 millones de euros ese mismo año.
Bolívar subraya el crecimiento del consumo tanto en el mercado interior como en la UE, nuestro principal comprador. España exporta aproximadamente el 75 por ciento de su producción. En el caso del mercado nacional el cambio de tendencia es histórico. Así, en 2011, apenas el 0,95 por ciento de la producción agroalimentaria española consumida era ecológica, cifra que pasó al 1,23 por ciento en 2014. El pasado año, el porcentaje se situó en el 2 por ciento.
Junto a esto, "el dato más destacable" ha sido el avance en el gasto per cápita en nuestro país, que en 2011 era de 20,60 euros, en 2014 de 25,89 y que ha superado los 30 euros en 2015.
La aceleración del sector es atribuible, en buena medida, al "aumento brutal" del consumo de productos lácteos, que el representante ministerial achaca a dos motivos: la llegada al mercado de muchos artículos en los que el público objetivo es el infantil, con una gran capacidad de reclamo, y porque la gran distribución y las grandes firmas están haciendo "una apuesta estratégica por los productos lácteos ecológicos". Desde el Ministerio de Agricultura destacan el "movimiento de muchas ganaderías, que están intentando cambiar el sistema de producción, "una diversificación que nos viene muy bien por la crisis láctea", asegura Bolívar.
Hasta 50 céntimos el litro
La conversión de ganaderías a la producción láctea está siendo especialmente intensa en Galicia y Asturias, dos de las zonas de España donde más se ha hecho sentir la última y dramática caída de precios.
Ramón Santalla, de Unions Agrarias y responsable lácteo de UPA, asegura que "tenemos un volumen muy importante de incorporaciones y es muy probable que dupliquemos no sólo el número de ganaderías, sino también la producción de leche".
Los datos los corrobora Intereco, asociación que reúne a las empresas públicas certificadoras. Así sólo en los primeros seis meses de este año se han solicitado 43 inscripciones en Galicia, tres más que las ganaderías que a finales de 2015 estaban registradas. En Asturias, tras varios años estancada en 14 ganaderías, se han pedido ya 11 nuevas altas, mientras que en Cantabria se quieren sumar 6 a las ocho existentes.
UPA está liderando el movimiento para la conversión de ganaderías de leche aprovechando la guerra de precios que ha supuesto la entrada de un nuevo operador en Galicia, Leche Celta, que envasará leche ecológica para Lidl, y ha roto el monopolio que antes tenía Lactalis. "Las cadenas de distribución están con las orejas muy abiertas porque en España hay un margen importante de mercado, orientado al público infantil. Estoy convencido de que la producción ecológica va a repuntar de forma muy considerable, sobre todo de leche líquida", afirma Santalla.
Las conversaciones que la organización agraria está manteniendo con las cadenas de distribución, "que son conscientes de que el ganadero tiene que tener un margen para vivir", han supuesto que UPA "haya logrado" que el precio de la leche ecológica haya crecido entre 10 y 12 céntimos "y se ha pasado a pagar 48-50 céntimos. Eso anima a mucha gente", dice Santalla.
Contratos a cuatro años
Junto a la obtención de un precio justo, el "boom" que está registrando la leche ecológica está posibilitando también que la distribución esté suscribiendo contratos a cuatro a cinco años, algo muy importante porque "aquí no se puede duplicar la producción de un año para otro".
Las condiciones naturales de Galicia están facilitando en gran medida las conversiones. "Muchas ganaderías ya cumplen varios de los parámetros de producción ecológica, como la necesidad de pastar al aire libre al menos seis meses al año".
Uno de los aspectos más destacables, explica Santalla, es que la producción ecológica está calando mucho entre los jóvenes, que en muchos casos utilizan este modelo para incorporase a la actividad ganadera.