A Messi no le salió bien el regate. Ni a la Fiscalía ni a Hacienda, de nada le sirvió defenderse con que no sabía nada de lo que firmaba y que estampaba su signatura ?porque confiaba en mi papá y porque los abogados decían que debía hacerse de esa manera?, señalaba el jugador ante el tribunal el pasado 2 de junio.
La Audiencia Provincial de Barcelona condenó ayer a Leo Messi, jugador del FC Barcelona, y a su padre, Jorge Horacio Messi, a 21 meses de cárcel por fraude fiscal. El delantero del Barça y su progenitor están acusados de defraudar 4,1 millones de euros a Hacienda a través de una compleja estructura de empresas en paraísos fiscales.
Esta ingeniería fiscal les habría permitido dejar de pagar a la Hacienda española hasta 10,1 millones entre 2007 y 2009, procedentes de sus ingresos de explotación por derechos de imagen.
Posible recurso
La sentencia no es firme y los Messi ya han anunciado que recurrirán ante el Supremo. En todo caso, este tipo de delitos con penas de menos de dos años de cárcel por delitos no violentos no suelen acabar en prisión, así lo confirmó un portavoz del tribunal, que aseguró que era ?poco probable que Messi ingrese en prisión?.
De todos modos, los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) aplauden que, lo que ya se conoce como doctrina Messi, no siente un precedente negativo. En un comunicado, celebran que la ignorancia en materia fiscal no exima al futbolista de cumplir con la justicia. Ya que, si bien no irá a la cárcel, pagará una multa de más de 3,5 millones de euros por los delitos cometidos entre 2007 y 2009.
Durante el juicio, Messi admitió haber firmado contratos que protegían sus derechos de imagen pero dijo que no tenía conocimiento de que estaba cometiendo ninguna irregularidad o de que estaba defraudando al Estado español.
En la última sesión del juicio, la acusación y la defensa plantearon sus argumentos. El abogado del Estado, Mario Maza, llegó a comparar a Messi con un ?capo de una estructura criminal?.
El letrado de Hacienda defendía que, aunque Messi no conociese los detalles de las firmas donde ingresaba lo que ganaba por sus derechos de imagen, era consciente que el cometido final era defraudar.
Por otra parte, la fiscal Raquel Amado pidió que se absolviese al futbolista en detrimento de su padre, por quien pedía 18 meses de prisión frente a los 22 que solicitaba el abogado del Estado a ambos.
La defensa, liderada por el abogado de los Messi, Eduardo Bacigalupo, argumentó que toda la responsabilidad recaía en el despacho contratado por Messi durante aquellos años, Juárez Veciana Abogados.
Ingeniería fiscal
La estratagema de los Messi era operar a través de sociedades pantalla establecidas en paraísos fiscales como Belize o Suiza, donde la normativa es más laxa y permite mantener en secreto la identidad de sus propietarios.
Esas sociedades tienen nombres como Sport Consultants o Jenbril en Uruguay, de la que Messi aseguró ?desconocer? que era titular de esa sociedad. El Barça emitió un comunicado de apoyo al futbolista.