
Cerca de 300 empresas españolas, la mayoría de ellas de mediano tamaño, tienen actualmente una parte de su negocio en el Reino Unido y cuentan con una sede física en el mercado británico. El 40 por ciento de ellas tiene su sede social en Londres. Según el directorio de empresas españolas establecidas en Reino Unido, elaborado por el ICEX, hay 261 empresas españolas instaladas en el país, que operan fundamentalmente en los sectores agroalimentario; medioambiente y producción energética; infraestructuras, construcción civil e ingeniería; productos farmacéuticos; transporte, logística y comunicaciones y bienes de consumo y servicios.
La mayor parte de estas empresas españolas con filiales británicas considera que la salida de la UE tendría un efecto negativo o muy negativo para su actividad en el Reino Unido. Así se desprende de un estudio realizado por la consultora Ipsos Mori antes del referéndum del jueves y en el que participó la Cámara de Comercio de España en Reino Unido. Según esa encuesta, el 59 por ciento de las firmas españolas aseguraba en ese momento que un posible Brexit reduciría sus inversiones futuras en el mercado británico. Apenas un 3 por ciento de las empresas consultadas creía que el impacto sería positivo, mientras un 18 por ciento no tenía aún claras las consecuencias para su negocio. Según el ICEX, el flujo de inversión bruta de España en el Reino Unido ascendió en 2013 -último año publicado- a 1.724,44 millones de euros. Los principales sectores de la inversión bruta española en el Reino Unido durante 2013 fueron el transporte aéreo (679,17 millones de euros), suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire ( 617,44 millones de euros) y actividades auxiliares a los servicios financieros (389,7 millones de euros).
Sector textil
El sector de la moda es uno de los más afectados por la salida de Reino Unido de la Unión Europea. El mercado británico es el quinto mayor cliente de la moda española y, de hecho, Reino Unido importó el pasado año productos de moda españoles por valor de 1.246,3 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 9,8 por ciento respecto a hace un año. Entre los principales representantes aparece el gigante Inditex, Mango o Desigual, entre otras.
El caso de Inditex es uno de los más reseñables en Reino Unido, ya que todas las marcas de la compañía (Zara, Pull & Bear, Uterqüe, Oysho, Massimo Dutti, entre otras) se han implantado en el país y, de hecho, tienen mucha aceptación por parte del público británico. En total, la compañía presidida por Pablo Isla cuenta con más de un centenar de tiendas instaladas en el país. Sin embargo, la depreciación de la libra haría a sus prendas menos competitivas en el mercado. Cabe recordar también que, durante el pasado mes de mayo, el grupo repatrió 40 millones de libras (49 millones de euros al cambio actual) de su filial británica de Zara.
Mango, por su parte, cuenta con más de 50 establecimientos en Gran Bretaña (en los que trabajan más de 600 empleados) y sólo dos de ellos bajo el régimen de franquicia. En este sentido, es destacable que la firma presidida por Isak Andic es la segunda empresa textil española con más presencia en el exterior, por lo que la devaluación de la libra también juega en su contra. No obstante, por el tamaño que tiene, los vaivenes de la política exterior le afectan menos que a las pequeñas empresas.
Frente al caso de los gigantes, llama la atención el de Desigual, otra de las grandes compañías textiles españolas. La exposición de esta firma -controlada en un 10 por ciento por el fondo de capital privado Eurazeo- es menor, ya que en Reino Unido tan sólo cuenta con dos establecimientos ubicados en la capital, Londres.
Otros dos casos reseñables son los de Cortefiel (propiedad de los fondos CVC, Pai Partners y Permira) y el de Tous (en la que participa el fondo Partners Group), que abandonaron el país durante el año 2011 y, con la situación actual, no parece que vayan a volver a las islas británicas.
Hoteleras
Las compañías españolas cuyos negocios giran en torno al turismo son de las grandes afectadas por el Brexit, prueba de ello es que las cotizadas del sector registraron fuertes descensos en bolsa durante la jornada bursátil del pasado viernes, como es el caso de NH o Meliá. No obstante, casi toda la oferta turística de estas firmas españolas se centra en la capital británica. Este es el caso de NH, que tan sólo cuenta con un hotel el Reino Unido -pero sus títulos han caído un 11,47 por ciento-. Meliá, por su parte, cuenta con cuatro establecimientos en el país (tres en Londres y uno en Manchester). La cadena de hoteles Barceló no cuenta en la actualidad con ningún establecimiento en territorio británico.
Capital riesgo
Otro de los sectores que previsiblemente se verá más afectado por el Brexit, según los expertos, será el del capital privado. Entre los principales representantes de este negocio se encuentran compañías como CVC, Cinven, Arle o Advent International, algunas de las que operan en España u otros países europeos a través de su oficina en Londres. En palabras de Michel Driessen, responsable de Servicios de Asesoramiento en Transacciones de EY, señala que hasta la fecha "el valor de mercado de las operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) en Reino Unido en 2016 es inferior al registrado en 2015, aunque el número de operaciones ha aumentado. Está previsto que la senda alcista en el número de operaciones se revierta en la segunda mitad del año, ya que las compañías tienen que digerir el resultado de la votación y analizar las posibles implicaciones de situarse fuera de la UE".
Automóvil
El 20 por ciento de los intercambios comerciales entre España y Reino Unido pertenece al sector del automóvil. Destaca el grupo burgalés Antolin, presente en el país británico desde 1989 y que en la actualidad cuenta con una plantilla de 3.000 empleados, que se reparten entre las 10 fábricas y la oficina técnico comercial, situada en Warwick. La situación de Grupo Antolin en Reino Unido se ha visto especialmente reforzada tras la adquisición de la división de interiores de Magna. Tras esta operación, la compañía ha pasado a producir techos, puertas y paneles de instrumentos en el país. De hecho, Grupo Antolin está presente en el 90 por ciento de los automóviles producidos en el país. También la división de automóviles de Gestamp cuenta con un centro de I+D en Reino Unido.
Aeronáutica y ferrocarril
La industria española, especialmente compañías vascas, tiene plantas productivas en el Reino Unido, sobre todo en los sectores de transporte, en aeronáutico y ferrocarriles. Por ejemplo, el grupo de motores aeronáuticos ITP, controlado en un 53 por ciento por la ingeniería española Sener y el 47 por ciento restante por la multinacional británica Rolls Royce, dispone de 17 plantas productivas, una en el Reino Unido, desde 2009, en la que tiene aprobadas inversiones para aumentar su capacidad de producción. También la compañía Danobat, un grupo especializado en la producción de máquina herramienta y componentes para ferrocarriles que está integrado en la Corporación Mondragon tiene 11 plantas productivas repartidas por todo el mundo, entre ellas una en el Reino Unido, y mueve en conjunto una facturación de 260 millones y da empleo directo a unas 1.300 personas. Por su parte, el grupo ferroviario guipuzcoano CAF no tiene planta productiva en Reino Unido, pero sí una importante delegación comercial y además, recientemente ha conseguido uno de los mayores contratos de sus historia y del mercado de ferrocarril en Europa. En enero pasado se adjudicó el suministro y mantenimiento de 98 trenes, del modelo Civity, con destino a la región Northern (Norte de Inglaterra), en un pedido valorado en nada menos que 740 millones.
Alimentación y restauración
En este sector destaca Telepizza, que ha alcanzado un acuerdo con un socio franquiciado para iniciar la apertura de establecimientos en Reino Unido, donde prevé alcanzar unas 300 tiendas en una década. Igualmente, la cadena Cañas y Tapas ya aterrizó con un local en Londres. En alimentación destacan empresas como la galletera Grupo Siro, Conservas Dani o las marcas de cava Codorniu y Freixenet.