
La compañía argelina Sonatrach reclama ante el Tribunal de Arbitraje de Ginebra una indemnización a Repsol y Gas Natural de 800 millones de dólares (553 millones de euros) para compensar las pérdidas que asegura que le han supuesto los retrasos en el desarrollo del proyecto de Gassi Touil, según indicaron a este diario fuentes conocedoras del procedimiento de arbitraje.
La empresa estatal norteafricana asegura que tenía contratos de venta de gas firmados para esta instalación y que su retraso le puede provocar daños económicos.
La batalla de los equipos jurídicos de ambas partes continúa y se espera que en el primer trimestre del próximo año se celebre una vista para analizar el caso ante el tribunal encargado de dirimir este procedimiento. Según indicaron a este diario, tal y como está la situación en estos momentos, no se espera que se alcance un acuerdo, por lo que lo más probable, al menos de momento, es que se acabe dictando un laudo, que ambas partes se han comprometido a aceptar.
Rescisión de contrato
El Gobierno argelino decidió en agosto de 2007 rescindir el contrato adjudicado a Repsol y Gas Natural mediante un concurso en 2004 para desarrollar uno de los diez mayores proyectos de gas del mundo. La empresa argelina está dispuesta a dar la batalla judicial y no asistió al procedimiento de mediación, previsto en los contratos, en la Cámara de Comercio de París.
Tanto Gas Natural (GAS.MC) como Repsol (REP.MC) afirmaron en su momento su disposición a hacer valer sus derechos en el procedimiento internacional y creen que tienen todas las papeletas para salir vencedores de este procedimiento.
Repsol y Gas Natural no han concretado la cifra exacta que reclamarán a Sonatrach, pero tienen claro que además de los 400 millones de dólares (276 millones de euros) que habían invertido en la zona piensan reclamar el llamado lucro cesante que supone perder este contrato y que puede acercarse a una cifra superior que podría rondar entre los 2.000 millones y los 4.000 millones de dólares, según indicaron fuentes jurídicas.
Sin ayudas
El Gobierno español tampoco ha jugado un gran papel de mediación en este conflicto. El titular de Industria en el momento de la nacionalización, Joan Clos, quedó desarmado al eliminar, sin pedir contrapartidas, las condiciones impuestas a Sonatrach en el gasoducto Medgaz. No obstante, Repsol y Gas Natural han presentado una denuncia en la Audiencia Nacional para reclamar que se mantengan las condiciones que impuso la Comisión Nacional de Energía.
La batalla judicial que mantienen Sonatrach y Repsol-Gas Natural podría tener ahora un nuevo frente: las instituciones de competencia. La gasista piensa utilizar la creciente posición de la argelina para defender su operación de compra de Unión Fenosa, tal y como adelantó este diario la pasada semana.
La empresa estatal argelina se ha asentado ya en España y ha comenzado el procedimiento de comercialización de gas natural. Sonatrach contará en el 2009 con cerca de 2,9 bcm que llegarán a España a través del gasoducto del Magreb y se prepara para entrar en varios ciclos combinados junto con EDP, lo que le permitirá obtener importantes economías de escala.
Fuentes del sector aseguran que el Gobierno argelino ha mantenido una actitud de bloqueo a las inversiones de empresas españolas en el país, mediante la imposición de legislaciones restrictivas, como la creación de un impuesto adicional aplicable a los contratos ya adjudicados -como el caso de Gasi Touil- que puede llegar a alcanzar hasta el 50 por ciento de la producción de hidrocarburos atribuible a las empresas.
Operaciones corportativas
El Gobierno argelino ligó además el proyecto de Gassi Touil a que se le permitiera a Sonatrach incrementar la cantidad de gas que podía vender en España. Una vez logrado que Industria les retirara la limitación de vender sólo 1 bcm, Sonatrach inició el proceso de arbitraje.
De la defensa de Repsol-Gas Natural se ocupa Uría & Menéndez, despacho que también llevó el arbitraje entre el Santander y Total a cuenta de Cepsa. Por su parte, Sonatrach ha optado por Gómez, Acebo y Pombo -bufete con el que suele trabajar en España- y Shearmen & Sterling, su bufete habitual para los casos internacionales y que cuenta con prestigiosos letrados especializados en arbitrajes.
Entretanto, Gas Natural se encuentra ahora inmersa en la operación de compra de Unión Fenosa (UNF.MC). La compañía gasista, tal y como adelantó elEconomista, aún no ha tomado una decisión sobre el futuro de la participación en Indra.
Fuentes consultadas por este diario indicaron que el caso de Indra es distinto. "Se tiene que analizar las sinergias que aportan antes de decidir si se vende", aseguran
Unión Fenosa se está desprendiendo lentamente de sus participaciones industriales. Hace dos semanas vendió Telecomunicaciones R a Caixanova por 150 millones de euros y le dieron un mandato de venta del 5% de Cepsa al Banco Santander.
Gas Natural además puede encontrarse con Sonatrach en el accionariado de la planta de Reganosa, sobre la que la gasista catalana ya ha asegurado que les resulta interesante.
Por otro lado, la petrolera italiana Eni está preparando ya su desembarco en España para intentar hacerse con el 50% de Unión Fenosa Gas. sobre el que tiene una opción de compra. La gasista catalana cuenta en su haber el precedente de que la empresa transalpina no ejerció dicha facultad cuando ACS compró al Santander su participación, ni en la toma de control de la compañía.