El ministro italiano de Transportes, Altero Matteoli, ha afirmado que o se llega a un rápido acuerdo o los aviones de Alitalia dejarán de volar en cinco o seis días.
Matteoli, en una entrevista que publica hoy el diario económico "Il Sole 24 Ore" manifestó que la cifra de diez días dada por el presidente de la aviación civil italiana "Enac", Vito Riggio, es inexacta y que los aviones de la aerolínea puedan quedar ya en tierra "en los próximos cinco o seis días".
Aviones en tierra
El titular de Transportes agregó que si sigue así la situación de Alitalia, "en pocos días dejaremos los aviones en tierra, como obliga ley" y subrayó que la "única posibilidad" de salir de esta situación "es que todos los sindicatos firmen el acuerdo" (con el consorcio empresarial CAI).
El 19 de septiembre, el presidente de ENAC, Vito Riggio, anunció que Alitalia puede dejar de volar "dentro de unos diez días" y recordó que el ente de la aviación civil está obligado a retirar la licencia a las compañías aéreas que presentan una crisis declarada.
Riggio reveló que a Alitalia se le concedió una licencia provisional mientras negociaba su posible adquisición por la Compañía Aérea Italia (CAI), formada por 18 empresarios italianos dispuestos a invertir 1.000 millones para adquirir la aerolínea, pero que esta ha retirado su oferta ante el rechazo de los pilotos y del poderoso sindicato CGIL al plan industrial.
"No hay alternativas"
El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, aseguró ayer que "no hay alternativas" al consorcio CAI para salvar Alitalia, que la situación de la aerolínea es "muy negativa" y que si no se llega a un acuerdo con ese grupo de empresarios el camino que se abre es "la quiebra".
Berlusconi dijo también que ninguna de las grandes compañías extranjeras están interesadas en comprar Alitalia y que la única alternativa son los empresarios italianos.
El plan industrial (2009-2013) de la CAI, contempla que la nueva Alitalia tenga 12.500 trabajadores (mil más de los previstos en una primera propuesta y prevé recortar 3.250 empleos actuales y no renovar los cerca de 2.000 contratos temporales existentes.
