BBVA especifica por primera vez en su informe del buen gobierno corporativo la cantidad que recibirían sus tres consejeros ejecutivos en caso de despido improcedente.
Según recoge el documento, la compensación global, (prevista para el presidente, Francisco González, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y el secretario del consejo, José Maldonado), asciende a 122,5 millones de euros.
El año pasado el banco informó que en los contratos de alta dirección de estos ejecutivos se reconocía el derecho a percibir una indemnización equivalente a cinco sueldos anuales brutos además de los derechos de pensiones acumulados. A cambio de la compensación, el ejecutivo bancario no podría trabajar en ninguna otra entidad financiera durante un periodo de dos años.
Estas condiciones fueron impuestas en los contratos de Francisco González y José Maldonado en el año 2001 y en 2002 en el caso de José Ignacio Goirigolzarri, el año en que accedió a su puesto actual en sustitución de Pedro Luis Uriarte.
Según explica la entidad en el escrito correspondiente al ejercicio 2005, estas condiciones contractuales fueron suscritas en su día con miembros de la comisión de nombramientos y retribuciones, si bien en la memoria de 2004 sólo especifica que esta comisión está informada de los contratos con la alta dirección. El consejo de administración también conoce "y está de acuerdo" con las condiciones que regulan la compensación.
El pago de la cantidad a los consejeros ejecutivos del banco está previsto para ceses involuntarios, sin que puedan percibirse por jubilaciones, invalidez o incumplimiento grave de las funciones.