Bancos y bonistas intentarán adherir al 75% del pasivo la próxima semana
Banco Sabadell ha aprovechado el apetito de los inversores para desprenderse de su deuda vinculada a Abengoa en plena negociación entre los bancos acreedores y los bonistas del grupo andaluz, según adelantó ayer elEconomista en su edición digital.
De acuerdo con fuentes conocedoras de la operación, la entidad catalana ha colocado 75 millones de euros que tenía de deuda corporativa del grupo andaluz en el mercado secundario. Hasta el momento, se desconoce quién ha sido el comprador. Las mismas fuentes indican que la venta de esta deuda se ha realizado con un descuento de entre 60 y el 70 por ciento, horquilla habitual en este tipo de operaciones. De esta forma, el banco que preside Josep Oliu ha obtenido entre 22,5 y 30 millones de euros.
Sabadell se ha desvinculado así del denominado G-7 en la recta final de las negociaciones con los bonistas para cerrar un acuerdo de reestructuración de Abengoa. El resto de entidades que aún lo integran son Santander, HSBC, Caixabank, Bankia, Popular y Crédit Agricole. La entidad catalana, no obstante, apoyará el principio de acuerdo alcanzado entre el, a partir de ahora, llamado G-6, los bonistas y la compañía, toda vez que el banco que dirige Jaime Guardiola mantiene vinculaciones con Abengoa a través de préstamos del tipo project finance (financiación de proyecto).
Sabadell era, dentro del G-7, una de las entidades menos expuestas a la deuda de Abengoa. Santander figura como el banco más afectado por la crisis del grupo andaluz, con préstamos corporativos por importe de 125 millones de euros. HSBC, igualmente, tiene una exposición de otros 125 millones.
Por debajo queda Caixabank, que acumula una deuda de 113 millones. Mientras, Bankia suma 100 millones, la misma cantidad que Banco Popular. Sabadell tenía 75 millones y la francesa Crédit Agricole aparece como la séptima del G-7, con 73 millones.
La venta acometida por Sabadell, en cualquier caso, es sólo un anticipo de lo que pretenden hacer otras entidades financieras una vez reestructurado el capital de la ingeniería sevillana. Según informó este diario, el objetivo último de muchos bancos es deshacerse de la deuda que capitalizará de Abengoa. Hay fondos que han mostrado su interés por comprarla.
Entretanto, el a partir de ahora denominado G-6 y los bonistas, asesorados por Houlihan Logan proseguían ayer las negociaciones para apuntalar un acuerdo que presentar la próxima semana (probablemente el martes o el miércoles) al resto de acreedores. La meta es conseguir la adhesión de al menos el 75 por ciento del pasivo que obliga la ley. Hay cerca de 250 acreedores. El G-6 y los bonistas acaparan en torno al 50 por ciento de la deuda de Abengoa, por lo que deberán convencer como mínimo a la mitad.
Ayer, la compañía andaluza remitió un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la que confirmó que el principio de acuerdo entre bancos y bonistas contempla una inyección de dinero de entre 1.500 y 1.800 millones, que incluye los 1.200 de nueva liquidez y la refinanciación de varios créditos, como ya informó ayer este diario.