Empresas y finanzas

La difícil puesta en marcha del gigante alemán Commerzbank

Tras meses de negociaciones, el Commerzbank anunció hace justo una semana la adquisición del Dresdner Bank. La esperada fusión representa un momento crucial en el proceso de consolidación del mercado bancario alemán, pero ha sido acogida con temor por los inversores. La operación, por valor de 9.800 millones de euros, supone el nacimiento de un nuevo campeón nacional.

Además, constata la parcial salida de Allianz (ALV.XE) del mundo bancario. La compañía aseguradora bávara vende el Dresdner Bank, por el que pagó 2.400 millones de euros en 2001, y abandona la idea de crear un grupo de bancos y seguros.

Con 11 millones de clientes y 1.200 filiales, la nueva institución crediticia será la más importante de Alemania en el ámbito bancario privado, aunque en el ámbito de los activos financieros el Deutsche Bank sigue siendo el primer banco del país.

Pero el acuerdo es técnicamente complejo. "Desde un punto de vista estratégico, la operación es muy interesante -explica Dieter Hein, analista de FAIResearch, una empresa de asesoría de Fráncfort-. En cambio, desde una óptica simplemente financiera es muy legítimo tener dudas al respecto". De hecho, el título del Commerzbank (CBK.XE) perdió un 10,20% nada más conocerse la noticia. Y muchos analistas expresan su preocupación por ello.

Inversiones de riesgo

Algunos observadores señalan con el dedo a posibles inversiones de riesgo de las dos instituciones crediticias. En este sentido, la operación prevé que el Commerzbank cubra eventuales pérdidas de los títulos de riesgo de propiedad del Dresdner Bank por valor de 275 millones de euros, mientras Allianz está dispuesta a asumir posibles ulteriores pérdidas por valor de 975 millones.

Otros analistas, como Matthias Dürr del DZ Bank, señalan que el precio pagado por el Commerzbank es elevado, teniendo en cuenta que, a comienzos de agosto, el Dresdner Bank anunció su cuarta pérdida trimestral consecutiva. Y otros, como los economistas de WestLB, ponen el acento en los riesgos relacionados con las integración de dos grandes bancos.

La adquisición se realizará en dos fases. En la primera, el Commerzbank -Credit Suisse, JP Morgan, KPMG y Mediobanca- adquirirá el 60% del Dresdner Bank a través de acciones y de dinero contante. En una segunda etapa, el banco dirigido por Martin Blessing, de 45 años, completará la operación, que, salvo inconvenientes de última hora, debería finalizar de aquí al 2009 y necesitará de un aumento del capital, que todavía no se ha aprobado.

Mientras tanto, Allianz se convertirá en propietaria del 30% del Commerzbank. El acuerdo, en el que participarán también Leonardo por parte de Allianz y Rothschild por parte del Dresdner Bank con sus propias valoraciones independientes, prevé una reducción de las actividades del Dresdner Kleinwort.

Buena acogida

Dejando de lado las dudas financieras y técnicas, desde un punto de vista estratégico, la fusión anunciada ayer representa un paso importante en el sector crediticio alemán, que sigue estando muy fragmentado. Y además, con el nuevo Commerzbank (la marca Dresdner Bank se va a abandonar) nace un nuevo campeón nacional, lo que explica que el mundo político germano acogiera la fusión con satisfacción y con la esperanza de asistir (por fin) a nuevas fusiones.

Ulrich Wilhelm, el portavoz de la canciller Angela Merkel, dijo que el acuerdo ofrece "una prospectiva de consolidación del mercado bancario, lo cual favorece a la economía alemana". Por su parte, el ministro de Finanzas, Peer Steinbruück, subrayó que "la fusión refuerza la plaza financiera alemana".

Los últimos datos del Bundesbank muestran un descenso del número de bancos en Alemania, gracias a una serie de fusiones y adquisiciones, pero el sistema de tres pilares -público, privado y cooperativo- sigue sobreviviendo y complicando demasiado la vida de las mayores instituciones crediticias, cuya ambición es crecer, para poder expandirse incluso fuera de las fronteras nacionales.

En el universo financiero alemán, el acuerdo entre Commerzbank y Dresdner Bank es uno de los más importantes de los últimos años. Fusiona al segundo y al tercer banco privados del país y crea una institución bancaria radicada en Alemania, con más de 1.500 filiales, que se quedarán en 1.200 tras la reorganización de la nueva institución financiera.

El acuerdo es el tercero en dos meses. La filial alemana de Citigroup terminó en manos del Credit Mutuel por 4.900 millones de euros al contado, mientras Lone Star Funds, una empresa americana, compró a finales de agosto al IKB, la primera víctima de la crisis de las subprime, por apenas 115 millones de euros.

Muchos bancos

A pesar de todos estos acuerdos, el proceso de consolidación se encuentra todavía en mantillas. Según los últimos datos del Banco Central alemán, el número de instituciones financieras alemanas sigue siendo elevado. Eran 2.277 a finales de 2007 frente a las 2.301 de 2006 y a las 2.401 de 2004. En Francia y en Italia, por ejemplo, los bancos son menos de la mitad. De ahí que muchos esperen que la competencia de un gran banco privado provoque una nueva oleada de consolidación.

Ello será difícil si se tiene en cuenta que las fusiones entre bancos públicos y privados están prohibidas por ley en muchas regiones del país. Sin embargo, la crisis financiera ha puesto en dificultades a muchos bancos de länders, por lo que la cosa podría cambiar.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky