Empresas y finanzas

Isolux paraliza una central eléctrica por los impagos de Argentina

La asturiana TSK retira su interés en Tecna, la filial de ingeniería en el país

Isolux Corsán ha paralizado la construcción de la central eléctrica de Río Turbio, en Santa Cruz (Argentina), ante los impagos por parte de la Administración del país y la falta de suministro de carbón por partte de la empresa Yacimientos Carboníferos Rio Turbio (YCRT). El cambio de Gobierno en Argentina, con la ascensión al poder de Mauricio Macri el pasado mes de noviembre, ha desatado las tensiones. La suspensión de los pagos ya comenzó durante el mandato de Cristina Fernández Kirchner, pero tras aterrizar en la Casa Rosada, el nuevo presidente ha iniciado además una auditoría de YCRT para analizar si el Ejecutivo anterior cometió irregularidades financieras.

El asunto tiene un fuerte contenido político, pero ha provocado que Isolux haya dejado de pagar a los proveedores y las nóminas de los trabajadores, al tiempo que ya se ha despedido a decenas de empleados, egún denuncian medios locales. En total, están afectados unos 1.200 trabajadores de la propia empresa y de las subcontratas, que en las últimas semanas se han declarado en huelga para protestar por su situación.

En paralelo al análisis que está realizando el Gobierno de Macri, Isolux negocia con las autoridades del país para encontrar una solución y retomar un proyecto que está avanzado al 70 por ciento y cuyo presupuesto asciende a 650 millones de dólares (578 millones de euros al cambio actual). El grupo español está pendiente de que la Administración argentina apruebe una serie de certificados (pagos) para así poder pagar a los contratistas y a los trabajadores, según señalan a este diario fuentes próximas a la empresa.

Isolux Corsán desarrolla la construcción de la central de generación eléctrica con tecnología avanzada de lecho fluido junto al único yacimiento de carbón de Argentina, el de Río Turbio, en consorcio con su filial de ingeniería argentina Tecna y la constructora local Ghesa, y y cuenta con el proveedor tecnológico Foster Wheeler. Situada en la provincia de Santa Cruz, al sur del país, se trata de la central térmica de carbón más austral del mundo y tendrá dos módulos con una capacidad total de 240 megavatios (MW). En septiembre, Kirchner inaguró el primero de ellos, de 120 MW. El objetivo era iniciar la producción en enero.

En Argentina, además de este proyecto, Isolux ha puesto en marcha la central de ciclo combinado de Loma de la Lata (Neuquén) y construye dos centrales de ciclo abierto en Ensenada Barragan, en La Plata y en Brigadier López. La compañía ha realizado el tendido entre Formosa y Sáenz Peña, con un total de 350 kilómetros de líneas de 500 kV, y ha energizado la línea NOA-NEA. En infraestructuras, el grupo desarrolla las obras del corredor vial número 4, de la red de carreteras nacional, y recientemente ha culminado la rehabilitación y restauración del edificio Aduana Taylor para convertirlo en el Museo de la Casa Rosada

La paralización de la planta de Río Turbio supone un nuevo golpe para la constructora que preside Luis Delso, cuya situación financiera, con una deuda de 1.600 millones de euros, es delicada. Para subsanarla, la compañía tiene a la venta su filial de energías renovables T-Solar y sus redes eléctricas en Brasil. Por ellas, prevé obtener unos 700 millones. Hasta la fecha, sin embargo, ninguna de las negociaciones ha cuajado.

En los últimos meses, Isolux también ha tratado de vender Tecna, de la que controla el 75 por ciento del capital. La ingeniería asturiana TSK se había interesado por la filial argentina de Isolux, que está especializada en la ingeniería de plantas de petróleo y gas bajo la modalidad llave en mano y opera en Latinoamérica, Europa, África y Oriente Medio. Sin embargo, tras analizar las cuentas de la empresa, el grupo que preside Sabino García Vallina ha rechazado la operación, según explican fuentes conocedoras del proceso a ElEconomista.

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