Transferencias, tarjetas, cuentas... y un seguro de incapacidad laboral desde 7 euros al mes
Autónomos en España: colectivo al que pertenecen más de 3 millones de personas (el 20 por ciento de la población activa y casi siete de cada diez habitantes), representa el 80 por ciento del tejido empresarial y genera el 18 por ciento de la riqueza nacional. Su atractivo para la banca es evidente y ninguna entidad financiera oculta su deseo de medrar en este negocio.
Banesto, por ejemplo, que ayer dio un paso al frente. El banco que preside Ana Patricia Botín está tan convencido del potencial de crecimiento que ha creado una nueva división con ofertas específicas, al estilo de su banca personal o la enfocada al mundo agrario. Trajes a medida para seducir a emprendedores. Y ¿qué mejor armamento para atacar el mercado que una fórmula testada? ha debido pensar el banco porque abre fuego con una Tarifa Plana similar a la que ha metido 430.000 clientes particulares en sus libros en el último año.
Desde 7 euros al mes, Banesto pone al alcance del autónomo cuentas corrientes y de ahorro, tarjeta de débito, 18 operaciones al año en cajeros 4B distintos a los del banco, tres transferencias al mes y otros tres ingresos de cheques. Si paga 10 euros, se duplica a seis las transferencias e ingresos de cheques y suma tarjetas de crédito y un servicio de asesoramiento jurídico-fiscal. Según las tarifas generales de la banca, el cliente puede ahorrar hasta un 50 por ciento en servicios financieros con la Tarifa Plana.
Pero la principal ventaja es que incorpora un seguro de incapacidad laboral. Si el cliente no puede trabajar, cobrará 20 euros al día. Un producto similar cuesta 15 euros al mes si se contrata directamente.
Banesto destapó su nueva ofensiva coincidiendo con la firma de un acuerdo con la Federación Nacinal de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), cuyos 437.000 asociados, a buen seguro, conocerán pronto la oferta.
