Merlin Properties avanza firme en la refinanciación de su deuda, un proceso que llevará a la socimi al mercado de bonos mediante una emisión de 850 millones de euros. Así lo explicó a elEconomista Fernando Lacadena, consejero delegado de Testa, la exfilial patrimonialista de Sacyr que ha sido recientemente adquirida por Merlin.
Según el directivo, la refinanciación incluye prácticamente la totalidad de la deuda de Testa (1.300 millones) y un crédito puente de 350 millones que solicitó Merlin para la operación de compra.
Este proceso se realizará en dos fases. En primer lugar, se firmará un crédito sindicado por 1.650 millones con un pool reducido de bancos, en el que "participarán diez entidades para lograr una estructura más gestionable que la que había anteriormente", explica Fernando Ramírez, director de Merlin Properties. "Algunos de los bancos que estaban se quedarán, otros se van y también entrarán nuevos?, asegura el directivo.
A falta de que se cierren los últimos acuerdos, Lacadena se atreve a anticipar que "los bancos, tanto nacionales como internacionales, que ven atractivo el mundo inmobiliario y que cuentan con departamentos especializados en este sector, estarán en este pool".
Con esta reestructuración la socimi quiere estabilizar su flujo de caja a largo plazo, a través de una estructura financiera corporativa que no toma garantías sobre los activos.
Reducir los intereses de la deuda también es uno de sus objetivos, sin embargo, Lacadena aclara que esta no es su prioridad. "Testa llega ya con unos precios muy competitivos y, más o menos, vamos a estar en ese entorno, pero aquí no es donde más vamos a ahorrar. Lo que vamos a lograr es ganar en tiempo, en covenant, y en una estructura financiera mucho más sostenible y a más largo plazo". Asimismo, el directivo asegura que son "optimistas en cerrar una buena refinanciación con unas condiciones de mercado muy buenas y en un calendario bastante corto, de un par de meses".
Según sus previsiones, el acuerdo se cerrará en el primer trimestre de 2016, aunque "seguramente antes de final de año tendremos el escenario bastante marcado".
Una vez cerrado el crédito sindicado de 1.650 millones, la segunda fase de la reestructuración permitirá a la compañía acudir al mercado de capitales a través de un préstamo puente. "Esta ventana estará abierta durante un periodo limitado de tiempo, pero muy bueno", explica Ramírez, que permitirá al grupo "refinanciar de nuevo más de la mitad de la deuda", a través de una emisión de bonos de 850 millones de euros.
La inmobiliaria trabaja ya con S&P, Fitch y Moody´s para lograr la valoración de Investment Grade. "Esperamos obtener esta calificación en el primer trimestre del año que viene y a partir de ahí, Merlin ha demostrado en suficientes ocasiones que es un agente ágil en la toma de decisiones y en el primer momento en el que se vea que las circunstancias son favorables se acudirá a ese mercado", asegura Lacadena.