
Renfe ha planteado a sus sindicatos un plan de ajuste de plantilla que afectará a un máximo de unos 650 trabajadores, alrededor del 4,5% del total de 14.430 empleados que actualmente suma la compañía ferroviaria pública, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.
El ajuste se materializará a través de dos vías, dado que abarca un expediente de regulación de empleo (ERE) y un plan de desvinculación voluntaria de la empresa.
El ERE será de carácter voluntario y universal, de forma que podrán optar por sumarse al mismo todos aquellos trabajadores de la compañía que cuenten con más de 59 años de edad.
En paralelo, Renfe ofrecerá un plan de desvinculación voluntaria para los empleados que no tengan aún 59 años y quieran abandonar la compañía.
Para los trabajadores que se sumen a este plan, la compañía contempla ofrecer una indemnización equivalente al 40% del salario de dos años, además de una paga de 1.000 euros al mes (junto con el pago de la correspondiente cuota de la Seguridad Social) durante dos años.
Renfe acaba de plantear este nuevo plan de ajuste a los sindicatos con representación en la compañía, con los que busca lograr un acuerdo antes de arrancar el periodo oficial de consultas de quince días.
La operadora ferroviaria espera cerrar un acuerdo en lo que resta de este ejercicio para aplicar el ajuste en los primeros meses de 2016, según detallaron a Europa Press dichas fuentes.