BRUSELAS, 15 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea, Estados Unidos y Canadá denunciaron hoy a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por imponer aranceles discriminatorios sobre las piezas de coches, bloqueando así las importaciones de los fabricantes europeos y norteamericanos.
"Hemos intentado una y otra vez encontrar una solución negociada aceptable a este problema, pero sin la colaboración china no tenemos otra alternativa", dijo el comisario de Comercio, Peter Mandelson, al anunciar la decisión.
La UE cree que China vulnera las normas comerciales internacionales al imponer a las piezas de coche que superan el 60% del valor del final del vehículo la misma tarifa que a un coche terminado, que es mucho más elevada que la de las partes por separado (25% en lugar del 10%).
De este modo, Beijing obliga a las empresas automovilísticas europeas a fabricar al menos un 40% de sus piezas en el propio país asiático, una práctica que, según Bruselas, está expresamente prohibida por las reglas de la OMC.
Esta norma daña la competitividad de los fabricantes comunitarios, que tienen que hacer frente a un recargo del 15% cuando importan piezas. Cada año se exportan a China piezas de coche por valor de 3.000 millones de euros, y un "porcentaje importante" sufre estas tarifas discriminatorias, asegura el Ejecutivo comunitario. Las empresas de la UE representan el 25% de la producción de coches en China.
La UE planteó por primera vez la cuestión de los aranceles sobre las piezas en 2004. En marzo de 2006 ya decidió lanzar consultas en el seno de la OMC. Aunque China reconoce la gravedad del problema para los Veinticinco, de momento no ha dado "suficientes garantías" de que está haciendo algo al respecto.
Por ello, europeos, norteamericanos y canadienses pedirán un arbitraje de la OMC en la reunión del 28 de septiembre de 2006. China puede bloquear la solicitud la primera vez, lo cual obligaría a presentarla de nuevo a mediados de octubre. El veredicto tarda una media de 12 meses, tras lo cual es posible una apelación, que lleva otros tres meses.
La Comisión subraya que está abierta a encontrar una solución acordada, y que corresponde a China actuar y resolver el problema. "Es importante que el problema se resuelva de la manera más rápida, constructiva y amigable posible", asegura.