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El embalse que dará de beber a 'El Pocero' está en mínimos históricos

El problema del agua es apenas una gota en mitad del océano de irregularidades que parecen salpicar a Francisco Hernando, el Pocero.

Sin embargo, será un problema de primera necesidad para los 50.000 nuevos habitantes que tendrá Seseña si Hernando consigue levantar las 13.508 viviendas que el PSOE le aprobó en la desértica localidad toledana. Unas obras que no están nada claras y que han llevado a la Fiscalía Anticorrupción a investigar un presunto delito continuado de prevaricación, falsificación documental y malversación de caudales públicos.

En medio de esta tormenta, la nueva adalid del Partido Popular en Castilla-La Mancha, y candidata a la presidencia, María Dolores Cospedal, ha abierto la caja de los truenos. "Estoy en contra de que ahora salga agua del trasvase Tajo-Segura para la región de La Sagra (donde se ubica Seseña). ¿Cómo se puede llevar agua a una urbanización privada cuando los pueblos de esa zona (la cabecera del Tajo) están con restricciones?", se sorprende Cospedal.

Cambio de colores

La oposición de Cospedal supone un auténtico cambio de discurso entre los dos grandes partidos políticos. Cuando el PSOE llegó a la Moncloa, echó por tierra todos los trasvases que había aprobado el anterior Ejecutivo. Sólo respetó uno: el Trasvase desde la cabecera del Tajo, que llevará agua a Toledo.

Entre los grandes beneficiados de este plan figuran los municipios de la región de La Sagra. En cambio, los grandes perjudicados serán los 22 municipios de Guadalajara y Cuenca que baña la cabecera del Tajo. Esta zona atraviesa una dura sequía y los embalses están en mínimos históricos, al diez por ciento de su capacidad.

Además, según denuncia Cospedal, en estos 22 municipios "no se ha realizado una sola obra hidráulica en 22 años y todos ellos han tenido que abastecerse en alguna ocasión con cisternas". Este año, las localidades de Pareja, Albendea, Villalba del Rey, Huete, Castejón y Alcohujate han necesitado camiones para dar de beber a sus habitantes.

Falta de infraestructuras

Por su parte, Manuel Fuentes, el actual alcalde de Seseña que destapó las supuestas irregularidades de El Pocero, reconoce que sin el trasvase será imposible abastecer de agua a la población que llegará a tener su municipio en dos años. Al principio, calcula que será suficiente el agua que reciben del Pantano de Picadas. Pero, en el futuro, hará falta la tubería de 22 kilómetros que permitirá trasladar agua desde la cabecera del Tajo hasta los municipios toledanos. Una faraónica obra de ingeniería valorada en 98 millones de euros.

Consciente de la falta de infraestructuras, Fuentes sólo ha adjudicado a El Pocero licencias para levantar 5.000 viviendas, de las 13.500 que le aprobó el anterior alcalde y refrendó el Gobierno manchego. Además, Fuentes ha prometido que no concederá una sola licencia más hasta que le garanticen las infraestructuras necesarias para la población de 100.000 habitantes que llegará a tener Seseña (la mitad estará en la ciudad de El Pocero).

Consciente de este veto, el presidente manchego, José María Barreda, ha pedido una fecha al trasvase del Tajo. Petición que la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, desoye por el momento. En su opinión, no hay tanta prisa por dar luz verde a esa obra, según ha podido saber elEconomista.

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