Corporación Alimentaria Peñasanta, la empresa que comercializa la marca Central Lechera Asturiana, y la empresa gallega Leche Celta, propiedad de la portuguesa Lactogal, han dado un impulso a la concentración en la industria al fusionar en una nueva compañía sus negocios de marca blanca.
Los dos grupos, que suman 11 factorías y una producción de 2.300 millones de litros de leche anuales, han creado para ello una nueva compañía, Iberleche, que cuenta ya con la autorización para su puesta en marcha de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En un comunicado remitido ayer Central Lechera Asturiana y Leche Celta aseguraron que "Iberleche aspira a convertirse en un operador relevante en el mercado de la marca blanca, con la vocación de ofrecer mejores soluciones globales a sus clientes para que el consumidor tenga acceso a la más amplia gama de productos lácteos de alta calidad". De esta forma, según dicen, la compañía contribuye con este proyecto "a la sostenibilidad del sector lácteo español". Ambas empresas insistieron, no obstante, en que los negocios de marca del fabricante no forman parte de la operación.
Con esta alianza, Capsa cumple con uno de los tres puntos de su plan estratégico de los próximos años. Además de liderar el crecimiento en el mercado lácteo, la compañía tiene como objetivo reforzar la exportación y llevar a cabo una gestión diferencial de la marca del distribuidor, algo que quiere conseguir gracias a esta alianza.
Propietaria, además de Central Lechera Asturiana, de las marcas Ato y Larsa, Capsa ha iniciado un plan de transformación para crear un operador global capaz de competir no sólo en el mercado de la leche, sino también en el de derivados, ingredientes alimentarios y productos funcionales. En una entrevista con la revista digital elEconomista Alimentación, el director general de la compañía, José Armando Tellado, explicaba ya el pasado mes de diciembre que "queremos cambiar nuestro modelo de negocio y nuestro ámbito de operación y pasar de ser una empresa lechera a convertirnos en un grupo lácteo global".
Capsa inició la expansión más allá de las fronteras españolas en junio de 2013 y ha alcanzado ya un total de 25 países, con el objetivo de llegar a 35 al cierre del próximo ejercicio. El reto que tiene la empresa es firmar alianzas con socios locales e incluso ir buscando pequeñas implantaciones, siempre con una posición de control.
Capsa recogió el año pasado más de 860 millones de litros, lo que supone el 13% de la cuota asignada a España.