ATENAS (Reuters) - El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se enfrenta una rebelión creciente dentro de su partido de izquierda Syriza después de que el Parlamento aprobase el tercer rescate financiero del país en cinco años.
La votación parlamentaria se llevó a cabo el viernes después de que los legisladores debatiesen durante toda la noche sobre cuestiones de procedimiento. Se espera que los ministros de Finanzas de la zona euro aprueben la ayuda vital para Atenas este mismo viernes.
Gracias al apoyo de los partidos de oposición, el programa de rescate de 85.000 millones de euros (95.000 millones de dólares) fue aprobado fácilmente con 222 votos en la cámara de 300 escaños.
Pero 43 legisladores -o casi un tercio de los diputados del partido Syriza de Tsipras- votaron en contra o se abstuvieron, muy por encima de las tres decenas que lo desafiaron en una votación sobre reformas mes pasado.
Tsipras buscará una moción de confianza en el Parlamento después de que Grecia haga un pago de deuda al Banco Central Europeo el 20 de agosto, dijo un funcionario del Gobierno.
El legislador Makis Voridis del partido opositor Nueva Democracia dijo de inmediato que su agrupación no votará a favor del Gobierno, aumentando las probabilidades de que pueda ser sustituido.
En un llamamiento a los legisladores antes de la votación, Tsipras defendió la decisión de aceptar un programa que viene a cambio de aumentos de impuestos, recortes de gastos y reformas económicas, diciendo que era una elección entre "seguir con vida o el suicidio".
"No me arrepiento de mi decisión de lograr un compromiso", dijo Tsipras a los diputados. "No estamos exultantes pero tampoco estamos de luto por este difícil acuerdo. Tengo la conciencia tranquila de que es lo mejor que pudimos lograr bajo el actual equilibrio de poder en Europa, en condiciones de asfixia económica y financiera impuestas sobre nosotros".
La presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou, del ala dura de Syriza, hizo caso omiso a una petición de Tsipras de acelerar la revisión del proyecto de ley de rescate.
En cambio, ella presentó una larga serie de objeciones que aplazaron los procedimientos que debían ser resueltos el jueves.
Con la aprobación del proyecto de ley, el enfoque ahora pasa a una reunión de ministros de la zona euro en Bruselas que debe aprobar el acuerdo para que la ayuda puede ser entregada antes de Atenas deba hacer un pago de deuda de 3.200 millones de euros al Banco Central Europeo el 20 de agosto.
Incluso antes de que la votación revelara la profundidad de las molestias contra las medidas de austeridad, Syriza se estaba encaminando hacia una escisión.
El líder de una facción rebelde de extrema izquierda, el ex ministro de Energía Panagiotis Lafazanis, dio un paso hacia la ruptura con Syriza el jueves al pedir un nuevo movimiento anti-rescate.
"La lucha contra el nuevo rescate empieza hoy, movilizando a la gente en cada rincón del país", señaló un comunicado firmado por Lafazanis y otros 11 miembros de Syriza publicado en el sitio de internet de la facción de extrema izquierda Iskra.
El texto pidió fundar un "movimiento unido que justifique el deseo de democracia y justicia social del pueblo", aunque no pidió de forma explícita la creación de un nuevo partido o una escisión de Syriza.
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